Deidades le ganan terreno a la devoción católica

La devoción por deidades del espiritismo venezolano crece paulatinamente en el país, desde mediados del año 2000. Pero aquellos “santos” que durante su vida terrenal estuvieron vinculados con la delincuencia, son los que más se popularizan. Este fenómeno empático es consecuencia del alza desmedida de los índices de violencia en la nación.
“El Chamo Ismael” es la deidad más famosa de la Corte Malandra. Ochenta y cuatro años atrás habría liderado una de las bandas delictivas más peligrosas de Caracas. Según las creencias de los espiritistas, en vida se hizo famoso por sus tendencias de “Robín Hood criollo”. Todo el botín que robaba al rico derivaba en subsidios y beneficios para el pobre. Post mortem, su alma recibiría una segunda oportunidad. Ahora los favores que concede a sus devotos le ayudarían a adquirir luz en el mundo espiritual, para buscar la reivindicación. Bajo esta premisa, aunque también sea utilizado como escudo protector entre el hampa común y los cuerpos de seguridad del país, su veneración adsorbe sin piedad feligreses de la religión universal más poderosa: El catolicismo.
El padre Miguel Ospino, párroco de la iglesia San Tarcisio y exrector del Seminario Mayor Santo de Tomás de Aquino, acepta que son muchos los creyentes que simpatizan con estos cultos. En su mayoría, refiere, católicos no practicantes. Los más vulnerables a ser embaucados por estas prácticas heterodoxas, esotéricas y ocultistas. “Hemos fallado en insistir y persistir en el mensaje de formación para evitar estas estafas”. El religioso añade que las personas también incurren en estos cultos por “necesidades, frustraciones, problemas, dificultades, curiosidad, inducidos o por debilidad”.
La “carrera milagrosa” de Ismael es materia de debate y de polémica. En el corazón del mercado Las Pulgas está el centro comercial La Redoma. Allí se encuentran más de 50 casas astrológicas que se dedican a la venta de imágenes y artículos para la elaboración de trabajos relacionados con el culto a María Lionza, y otras devociones como la santería, los babalaos y los paleros.
De acuerdo con la memoria popular de los comerciantes, la veneración por “El Chamo Ismael” es un fenómeno que proviene de los años 60, pero se desarrolló con rigurosidad de dos años para acá. Una imagen de cera del “santo malandro” oscila entre los 8.000 y 20.000 bolívares. Sus estampitas equivalen a unos 200 bolívares. Más de 15 negociantes coincidieron en que por mes logran vender cerca de 30 artículos de la “marca Ismael”. Tres veces más de lo que puedan llagar a comercializar cualquier producto de los santos que integran las 21 Cortes lideradas por las tres potencias (María Lionza, El Negro Felipe y El Indio Guaicaipuro). Machera es la segunda deidad de la Corte que lidera la lista de los más vendidos.
“Muchos delincuentes compran los collares de protección de Ismael para evadir la justicia. Pero desde el 2014, es común ver a comerciantes, generalmente católicos, que acuden a mi negocio para buscar las calcomanías de este santo. Creen que es una forma de asegurar sus bienes”, detalla la vendedora de una perfumería en Las Pulgas.
José Alexánder Morán tiene 26 años prestando su cuerpo para que distintas deidades lo utilicen como hilo conductor al establecer comunicación con quienes así lo desee. Desde su casa, ubicada en el barrio Santa Rosa de Agua, en promedio, al mes atiende entre 30 y 40 devotos que se consultan con Ismael. Se atrevió a especular que en el 80 por ciento de las sesiones espiritistas los creyentes prefieren a esta deidad. A su juicio, porque tiene un estilo de comunicación directo y su protección siempre es efectiva.
El punto a favor más significativo del espiritismo es que este culto permite cercanía, interacción y feedback con sus ídolos. Además, están relacionados con el perdón y las segundas oportunidades. En cuanto al catolicismo, la figura del Dios todopoderoso, aunque tiene una concepción ambivalente entre el amor, el castigo y el perdón, se relaciona más con los sacrificios para avanzar en la indulgencia. Así lo explica Nelly García, antropóloga especialista en Cultura y Religión.
La académica expresa que la razón existencial de los “santos malandros” surge porque en estas creencias se da una transgresión de lo que son los valores sociales. Es decir, que se asume el mundo espiritual como una cruz. En la parte superior de la línea vertical están los dioses o deidades, mientras que en la parte inferior están los demonios y los espíritus sin luz.
En la línea horizontal existen los iguales. “En esta religión se equiparan desde la prostituta que asiste al culto, incluso puede haber deidades con estas características, con los más fervientes y anegados devotos. Todos somos iguales en la línea horizontal y esa prostituta después de su muerte puede escalar a adquiriendo luz. Que es lo que pasa con los integrantes de la Corte Calé”.
Estas creencias se fortalecen por la pérdida de fuerza en el mensaje de la religión católica y su capacidad de respuestas ante las situaciones que aquejan a los feligreses. En medio de esto, nace un culto tan ambiguo que puede generar representantes espirituales que hayan estado vinculados con el pecado. El éxito de La Corte Malandra, que es famosa desde hace una década, deviene en que otras religiones más jerárquicas no se adaptan a operar sin algunos elementos. Por ello, se patentaron eslabones de veneración más “eficaces y liberales”, a juicio de Yber Caruzo, sociólogo especialista en criminalística. Para el investigador, el discurso institucional católico se inclina hacia la promesa del sufrimiento terrenal, y vende la idea de llevar una vida con límites para ganarse el derecho a existir en otro espacio donde reina la perfección. “En la época postmoderna las personas son capaces de autoconstruirse en su individualidad. Son más ambiciosas y anhelan un paraíso terrenal. Las cortes te permiten cierta libertad. Aún con sacrificios, pero los resultados son más fructíferos e inmediatos”, puntualizó.
Con la proliferación de la violencia en el país y el desarrollo de los fenómenos que impulsan una baja autoestima en medio de la crisis, se creó una identidad como consecuencia del reflejo, es decir, una clase de apego a las deidades de la Corte Malandra, como referencia o símil con una realidad inmediata, de acuerdo con Caruzo.
El criminólogo vincula la creciente violencia que para el 2016, según las cifras del Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV) registró 91 % de muertes dantescas en el país, mientras que las estadísticas de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito reseñaron en toda Latinoamérica 16,3 % de muertes de este tipo.
En el caso particular de la Corte Malandra, la relación filial estaría en las costumbres, el gremio, la jerga penitenciaria y la utilización de estos elementos. El sociólogo detalla que la gura de “El Chamo Ismael” tiene un arma de fuego y el símbolo de la marihuana. “El mundo delictivo para muchos es una opción de escape. Aquellos que no tenían oportunidad de aspirar otras cosas necesitaban protectores de su clase”.
Con base en esa tesis, otra causa que impulsa la creciente empatía por estas deidades es la reafirmación de la ideología machista o patriarcal, y la violencia como culto en el consumo de la misma, no solo en la realidad, sino como contenido de los medios de comunicación. Un ejemplo de ello sería la serie animada Cárcel o infierno, creada por el expresidiario Luidig Ochoa, quien estuvo preso entre el 2000 y el 2005. Para finales de 2011 creó los contenidos audiovisuales por entretenimiento y los colgó en YouTube. Al ver la popularidad de su producción, ambientada en la cárcel de Tocorón, cambió sus objetivos. Ahora la intención es mostrar los baños de sangre y la condición del sistema penitenciario del país a los más pequeños. Ha publicado 18 capítulos.
El especialista también apunta que la desestructuración de los organismos de justicia no escapa del campo espiritual. Justificó que el hecho de ver vinculado con el sector político con esta clase de devociones incidió en las preferencias de la población. “Para nadie es un secreto las tendencias esotéricas de los casi 20 años de este Gobierno. Cuando personalidades con capacidad para ejercer el poder se asocian con ciertas ideas, el resto de la sociedad tiende a moldear sus actitudes”.
Lucía Montero, estudiante de comunicación social y católica practicante, es oriunda de Trujillo. Lleva cuatro años residenciada en Maracaibo para culminar su formación universitaria. Abismada por los índices delictivos que superan por mucho los del estado andino, ratificó su devoción por “El Chamo Ismael”, a quien confía su seguridad desde joven. “Siempre llevo conmigo una estampita de Ismael. En Semana Santa, en un arrebato de altanería, mi novio, que no cree en estas cosas, sacó la imagen de mi monedero y la cortó. La semana siguiente fui por primera vez víctima de robo en la ciudad. Se llevaron mi teléfono”.
Para Yber Caruzo esta premisa resulta en una contradicción, ya que estas veneraciones crecen como contraparte de los cánones católicos. Aunque compartan algunos elementos que son readecuados para generar nuevas afecciones, que aparta el lado institucional para desarrollar una corriente más liberal. “Es una religión más pagana, cuyo único objetivo era alejar a los feligreses del sacro”, refuerza.
En la Biblia, el libro de Deuteronomio 18, 10-12 establece que toda persona que practique el espiritismo es una abominación para Dios. Para el fray Luis Salazar, vicario de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, la consulta de los muertos no es bien vista, y además es inadmisible que los creyentes se relacionen con el espiritismo y la fe católica al mismo tiempo. “La Iglesia lo considera pacto con el maligno y está vetado”. Sobre la utilización de algunos elementos católicos justificó que los espiritistas lo utilizan para atraer seguidores a su culto. Es una forma de engañar.
¿Religión, culto o sincretismo?
Las iglesias constituidas no consideran el culto de los miembros de la Corte Malandra y el resto de organizaciones del espiritismo venezolano como una religión, sino como un sincretismo religioso. Es decir, una combinación, desorganizada y arbitraria, de varias cosas. El atino en el sentimiento de pertenencia estaría relacionado con ilusiones y juegos mentales, conjugados para realizar una puesta en escena, un performance atrayente y que resulte espectacular y entretenido para el espectador.
Según el fray Luis Salazar, esta unión nace para satisfacer una necesidad ligada a la protección, seguridad y confianza que el catolicismo ofrece en la voluntad plena de Dios, pero la gente no la percibe. Se vinculan más con los actos de magia que juegan con la parte afectiva, psicológica y sensacionalista del ser humano. “Ellos prefieren lo extraño y mistérico. Aunque eso signifique que son víctimas de juegos mentales, ya que la mayoría de los milagros no son reales, son parte de una cuestión de sugestión.
Desde este punto de vista, yo me creo lo que está pasando, mientras que la fe es la convicción en lo que no se ve. Ahora, los milagros que sí son tangibles son responsabilidad de entes malignos. Eso se refleja en los elementos que utilizan estas deidades para trabajar: Se cortan, se queman, ingieren alcohol, drogas, cigarros”.
La antropóloga Nelly García, quien además estudió por 14 años la veneración de María Lionza y sus 21 dependencias, difiere del sacerdote católico, al no calificar como religión estos cultos. Indicó que desde el punto de vista cientítico, el espiritismo posee elementos que lo integran en esa categoría. “Los sacerdotes y pastores hablan desde su credo. Los marialionzeros, como en todas las religiones, tienen de forma desdibujada una concepción del hombre, poseen un cuerpo de ritos muy complejo, tienen una dimensión referida a lo sagrado y gozan de un panteón de dioses bastante amplio y completo”.
En cuanto a las diferencias, la especialista refirió que no poseen un cuerpo de doctrina fijo o estático. Tampoco con una organización sacerdotal ni un seminario de formación. Esto se debe a que esta clase de cultos se inclina hacia la trasmisión de conocimientos a través de la oralidad, por tanto, maneja una jerarquía y normas no escritas, pero si hipercodificadas y normalizadas por los fieles devotos de estos cultos. Entre otras similitudes, para los creyentes de Ismael, el hombre es hijo de Dios, tiene un espíritu que se mueve por fuerzas negativas y positivas, que puede utilizarse para el bien y para el mal. Esto ocurre porque las bases del espiritismo están edificadas en el catolicismo. Por esa misma razón, los marialionzeros se consideran cristianos erradicados en este credo. Para los católicos, esta premisa es contradictoria, ya que los “dioses” de ese culto pueden utilizar su fuerza para dañar a otros.