El diario plural del Zulia

Continúa matanza de burros para vender su piel

Los reportes de robo de burros no paran en la Guajira. Versión Final constató que en el sector Campo Alegre, en la parroquia Sinamaica, fueron sacrificados nueve burros para comercializar su piel. El sacrifio de estos animales no se detiene, sino que continúa aumentando.

En el sector Botoncillo vecinos denunciaron que desde un potrero transportaron en varios camiones más de 60 burros, que días después fueron hallados muertos y sin cuero, en el sector El Tamaral, de la parroquia Elías Sánchez Rubio. Tras conocerse de estos hechos ejecutados por bandas conformadas en su mayoría por vecinos de los mismos sectores donde son ejecutados los animales, se comenzó a denunciar antes los organismos de seguridad en la subregión.

A pesar de las fotografías y las versiones de los testigos, la matanza sigue en distintos puntos del municipio. El robo de animales se incrementa, los mismos que luego aparecen desmembrados y sin cuero. José Mendoza, agricultor del sector Japoncito, en la parroquia Elías Sánchez Rubio, cuenta, en medio de su tristeza, cómo le robaron su burro, que utilizaba como medio de transporte para cargas de su pequeña parcela en la vía hacia Guana.  Un grupo de persona ingresó al patio de su vivienda y cortando el alambre de púas se llevó al animal. Cuando José se percató del hecho, preguntó a los vecinos, visitó las áreas cercanas y en horas de la tarde encontró al asno en el fondo del potrero. Estaba muerto junto a dos burros más, a los tres les habían quitado la piel.

“Fui a las dos alcabalas que están en la vía, para ver si me ayudaban a dar con los responsables pero nadie me supo dar respuesta y llegué hasta la Base Militar de El Escondido donde me atendieron, hice mi denuncia y no me dijeron más nada, hasta llegué al lado colombiano donde también denuncié el caso y los militares me dijeron que desde las zonas de La Majayura y Carraipia en Maicao, también habían reportes de esos casos”, afirmó Mendoza.

Autoridades colombianas han realizado investigaciones sobre el caso y determinaron que el sacrificio de los burros se debe a las ventas ilegales de su piel al mercado asiático.

Las comunidades indígenas son los más afectadas. Estos animales son usados como medio de transporte para trasladar niños, jóvenes y adultos a sus destinos en la Guajira. Mientras que los cuerpos policiales y militares que cumplen funciones en la frontera venezolana, aseguran que no hay detenidos por las muertes de los burros. Las denuncias se incrementan pero no hay respuesta a este problema, dijo el agricultor.

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