Cilania tiene 84 años y vive sola en Veritas: Las fuertes lluvias derrumbaron su casa
Parte de su casa, ubicada en el sector Veritas, colapsó a las 7:45 a.m. de este viernes, deteriorada por los aguaceros que cayeron sobre Maracaibo. “Hay muchas personas que les pasan cualquier cosa y se vuelven nada. No, no hay que perder la fe, fuerza”, expresó. Cilania vive en este hogar desde que tiene siete años, y enfrenta la adversidad encomendada a Dios
Cilania del Carmen Martínez, una mujer de 84 años que vive en el sector Veritas, amaneció este viernes 15 de noviembre con una shockeante noticia: parte de su casa se derrumbó producto de las fuertes lluvias que cayeron sobre Maracaibo.
Alrededor de las 7:45 a.m., cuando llevaba pocos minutos de haberse despertado, las paredes comenzaron a agrietarse y escuchó el estruendo desde la parte trasera de la casa, que permanece en pie.
Tras ser rescatada por el Cuerpo de Bomberos, Cilania se sentó en la acera de su calle acompañada de sus vecinos, con tranquilidad y optimismo ante la adversidad.
“Hay muchas personas que les pasan cualquier cosa y se vuelven nada. No, no hay que perder la fe, fuerza”, expresó.
Casi toda la vida de Martínez ha transcurrido en este hogar, en el que vive desde que tiene siete años. Ya hace un tiempo, un cuarto había cedido por el paso del tiempo, así como el techo de su cocina.
“Esa casa lo que estaba era puro escombros, ya hace tiempo se había derrumbado un cuarto”.
Desde hace varios años, pedía que la ayudaran con la colocación de un techo de zinc, en una estructura que por los constantes aguaceros durante la pasada semana, terminó de colapsar.
“En la parte de atrás tengo cuarto, cocina y ahí me la mantengo. Yo sé que la parte de adelante era inhabitable”, explicó.
La abuela subsiste con lo que recibe de pensión y el aporte que le dan sus sobrinos y vecinos, quienes constantemente la visitan y le advertían sobre el peligro que representaba el estado de su casa.
Cilania, una gran creyente y rezandera, se sorprendió al ver que un cuadro de Jesús de la Misericordia que tenía colgado en su sala resultó intacto del derrumbe, un hecho que le atribuye a la fuerza de la fe.
“Yo soy muy rezandera. Por dolor en las rodillas he dejado de ir, pero yo me mantengo rezando, pidiéndole a Dios que si se caía no hubiesen más desgracias”.
Apoyada por sus vecinos y amigos, a quienes ha visto crecer por las calles de Veritas, Cilania enfrenta de forma ejemplar el mal tiempo con buena cara.
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