Carritos versus buses
-Apurate que ahí viene el bus. Melissa Camacho de 25 años jala del brazo a su hermana Mariana, de 15.
—¿Bus? vámonos en carrito mejor. Viene muy lleno. En el carrito vamos sentadas—, refuta la menor.
—Chica si ya ni carritos pasan, además será para morirme ahogada, protesta Melissa—. Necesitan tomar la vía de Pomona, donde residen, desde el Centro de Maracaibo.
Desde hace dos semanas Melissa Camacho no se monta en Carritos Por Puesto (CPP). Es asmática y el monóxido de carbono que la mayoría de las unidades de cinco puestos emana le hace daño. Prefiere el bus aunque le toque ir “de banderita”.
“En estos días me venía ahogando, porque todo el humo se metía dentro del carrito. Dije ni más. Esos cacharros cada día están peores”.
Su hermana menor, por el contrario, prefiere ir sentada en el carrito y pagar un poco más cara la tarifa.
Los CPP tienen un tabulador de 400 y 600 bolívares para las rutas cortas y largas, impuesto por el Instituto Municipal de Transporte Colectivo Urbano de Pasajeros de Maracaibo (Imtcuma), pero los choferes hoy por hoy cobran deliberadamente desde 800, hasta mil bolívares el pasaje. Trasladarse en bus generalmente es 200 o 300 bolívares más económico.
El Zulia cuenta con la modalidad de CPP desde 1920, aproximadamente. En su mayoría son ya vehículos con 20, 30 y hasta 40 años de vida útil. Ahora, grandes metrópolis de Latinoamérica, como Santiago de Chile, Bogotá, Buenos Aires, entre otras, emplean las unidades de movilización masiva que van desde autobuses, hasta metro y trolebús, que para efectos de organización vehicular, disminución del consumo de combustible y contaminación ambiental es mucho más rentable, pero en el Zulia los CPP se niegan a morir.
Erasmo Alián, presidente de la Central Única de Transporte del Zulia señala que en reiteradas oportunidades se presentaron ante el Imtcuma y los diferentes niveles de gobierno expusieron propuestas para desarticular la modalidad de CPP y modernizar el sistema de transporte zuliano, con la dotación de unidades de movilización masiva.
“Los carritos de cinco puestos son unidades obsoletas. Cuando hablamos de modernizar el sistema no nos referimos a dejar sin trabajo a nuestros transportistas, sino a dotarles de unidades en las que puedan trabajar, incluso por turnos”, explica Alián. En el Zulia hay unos 36 mil trabajadores del volante afiliados a las 336 rutas existentes. De estos, 18 mil son de las 118 líneas de Maracaibo.
Por el contrario, Gladys Suárez, presidenta de la Federación Bolivariana de Transporte del Zulia, asegura que la medida no es desaparecer la modalidad de CPP, sino sustituir las unidades en malas condiciones.
Aseguró que en el 2014, luego de que Nicolás Maduro asumiera la presidencia de Venezuela el proyecto fue presentado ante el Gobernador de la región Francisco Arias Cárdenas, sin embargo, “no es fácil” dotar tantas unidades.
Mientras un carrito transporta de 5 a 8 pasajeros por cada viaje —dependiendo si van corto o largo—, un minibús tiene capacidad para 25 o más pasajeros durante el mismo recorrido; y un autobús podría transportar 50 o más usuarios; por cada autobús se necesitan unos 10 CPP y por cada buseta, cinco. Unidades que generan mucha más congestión del tránsito en las principales vías marabinas. Para Suárez, la rapidez con la que se desplazan los CPP es rescatable.
Más carros, más humo
Sustancias tóxicas como el plomo, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono y dióxido de azufre son producidas en mayor margen por los CPP. Perjudiciales para las personas asmáticas como Melissa, quien debe trasladarse a diario en el transporte público, al igual que el 70% de la población marabina.
La exposición prolongada de estas sustancias conduce al desarrollo de problemas de salud pública. Cáncer, enfermedades cardíacas y respiratorias, afecciones al sistema nervioso y sanguíneo, son solo algunas de las consecuencias, según estudios realizados en la Facultad de Ingeniería de La Universidad del Zulia.
Para transformar el sistema de transporte en el Zulia se requieren al menos 4.500 unidades de autobuses y microbuses, según Alián. Actualmente solo hay 700 operativas en la región y en malas condiciones. “Se requieren al menos 2.000 buses para cubrir Maracaibo y San Francisco, que son las ciudades más grandes”, detalla.
Ese ideal lleva años engavetado por falta de “disposición gubernamental”, según Alián. “El Gobierno nos ignora y prefirió implementar un sistema de transporte paralelo con el Metro de Maracaibo y los Metrobuses”. Un sistema que para él, fracasó por la misma crisis.
Transformar el transporte zuliano sigue siendo una utopía. A pesar de que cada día son menos los choferes que salen a la calle a exponer sus unidades, los CPP siguen operando en medio de latas corroídas y humo, siendo en ocasiones la única opción del marabino.
Mariana se rinde y con mala cara se embarca en el bus de Pomona con su hermana. Con el brazo derecho se sostiene del pasamanos del techo.
—Todo sea pa’ que no te ahoguéis—, susurra a su hermana.