Campanario de la Catedral de Maracaibo está a punto de un colapso

Dar un breve paseo por la Plaza Bolívar es sinónimo de patrimonio, historia y religión con la imponente fachada de la Catedral de Maracaibo, que sufre un riesgo en silencio por la inestabilidad de su campanario y que podría colapsar afectando así a propios y visitantes.
“Todo empezó en enero de este año, ya la Alcaldía de Maracaibo y la Gobernación del Zulia están al tanto de la situación. No lo queríamos público hacer pero el tiempo ha transcurrido y no hemos obtenido una respuesta de ningún ente sobre el tema”, dijo el padre Néstor Primera a Versión Final.
Según el párroco de la Catedral, varios ingenieros han inspeccionado la torre donde se ubica la campana del templo y advirtieron que la estructura interna sufre de severos daños producto del comején, las lluvias y la originalidad de la estructura interna que se ha desgastado con los años.
“Los expertos nos dicen que la campana podría caerse en cualquier momento y colapsar con el mecanismo antiguo del reloj, lo que podría ocasionar un daño mayor y afectar incluso la calle del frente”, expresó.

Detalló que este lunes 17 de octubre, entregará una carta al Consejo Legislativo del estado Zulia (CLEZ), con la esperanza de que se pueda atender la problemática y retirar la campana: “Nosotros no podemos hacerlo con un mecate, para hacerlo se necesita de expertos y equipo”, añadió.
El presbítero recordó que en enero la Alcaldía de Maracaibo reacondicionó la fachada del templo, la Gobernación del Zulia restituyó la iluminación de la fachada en junio y en junio el Centro Rafael Urdaneta realizó labores de impermeabilización y recuperación de algunas luces internas.
“El campanario puede ceder y dañar toda la estructura e incluso podría arrojar escombros a la acera del frente donde muchas personas estacionan sus vehículos para hacer sus diligencias y eso representa un riesgo severo”, resaltó Primera.
Ante inestabilidad del campanario, el padre hizo un llamado a las autoridades regionales a retirar la campana y a cerrar la calle o acordonar el frente del templo para evitar que ocurra una desgracia.
