Así Somos// Rafael Tapia, un zuliano enfocado en lo positivo
Las imágenes religiosas transmiten mucho. Así lo considera un hombre que se ha dedicado al trabajo y a la difusión de la fe a través de sus maravillosas creaciones. Su devoción lo ha llevado a unir el diseño y la fe para hacer de ello un hermoso proyecto denominado “Arte con propósito”.
Con sus manos crea escapularios únicos, provenientes de su inspiración que aseguró “siempre está presente”, incluso desde que era un niño. El diseñador zuliano Rafael Tapia ha procurado trabajar en pro del bien común.
De pequeño, realizaba entrenamientos deportivos y brindaba ejercicios de rehabilitación para abuelitos. Fue colaborador de los niños con cáncer, de los niños con SIDA, y estudió en un colegio marista. Sus buenas labores se cruzaron en el camino con el diseño. Desde siempre había imaginado transformar las cosas.
Desde hace cinco años, cuando nació su hijo, terminó de descubrir su vocación o “un don especial”, como lo llama, para diseñar. Hizo sus recordatorios de nacimiento, del bautizo, y desde entonces no ha dejado de trabajar, demostrando en cada creación de “Rafael Tapia Escapularios” su pasión por lo que hace.
“Lo que luces es mucho más importante que sea el reflejo de lo que eres, de lo que sientes. Yo soy anti moda. Siempre hay un motivo para inspirarse. Trato de darle la vuelta a la situación difícil y enfocarme en el lado positivo”, considera Tapia, con una sonrisa que no se desdibuja ni por un instante de su rostro.
Este zuliano, nacido en Machiques, forma parte de la rehabilitación de pacientes en varias fundaciones, entre ellas, de la Fundación Amigos de la Mujer con Cáncer de Mama (FAMAC). Su objetivo es que pasen un rato agradable en cada reunión y que puedan llevarse algo productivo, desarrollar sus habilidades y elevar su autoestima.
Para él, lo más importante es “incentivar la fe, el espíritu y la esperanza de cada una de las personas que me sigue y llevarles ese mensaje que siempre mantengan la fe. Dios nunca se cansa de escuchar, siempre está presente y todo llega en su momento”.
“El mejor momento es cuando te dicen: gracias. Es una satisfacción muy grande. La imagen de Jesús se me viene en ese momento, me llena de mucha emoción ver y sentirme útil. Poder llevar a cabo un proyecto (Arte con propósito) que tenía guardado desde hace mucho tiempo y ver que te llega es sumamente satisfactorio”.
Sus días comienzan con muy buen pie, el cansancio no lo agobia. “Apenas abro los ojos, lo primero que hago es decir: Gracias Dios mío por este nuevo día, me levanto a las 4:30 a.m. Me voy a caminar, más que caminar, es meditar, agradecer a Dios cada paso. Voy organizando mi día”.
Para Tapia, cada ciudadano debe aportar “un granito de su trabajo”, y no solo hacerlo en beneficio propio sino que sea útil para las demás personas.
“Tiene que ser una vocación de todos, todos los zulianos, venezolanos, el mundo entero tenemos que despertar y saber que tenemos que retomar muchos principios que se han perdido y uno de esos es la solidaridad. Tenemos que ser conscientes que mis necesidades no son más importantes que las de otros. La educación es la clave para crear conciencia, desde el seno familiar. Vamos a compartir lo que tenemos con otras personas. En la medida que tú ayudas se te abren muchas puertas”.
Tapia no ha parado de ayudar al prójimo. Sus acciones hablan por sí solas. Sin duda, su nombre debe estar incluido en la enorme lista de zulianos que destacan por su chispa y buen humor en medio de la dificultad.