Así luce los accesos a La Villa tras despeje de comunidad yukpa
En calma. Así amanecieron los alrededores de La Villa del Rosario este jueves luego del altercado que protagonizaron los integrantes de la etnia yukpa con efectivos de seguridad la tarde del miércoles tras registrarse el desalojo del grupo aborigen de la alcabala de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Destacamento 114, hecho que derivó en la quema de al menos dos unidades automotoras, carpas, ranchos y otras pertenencias a la comunidad indígena.
A menos de cumplirse 24 horas de lo sucedido, los habitantes de la localidad reportan cierta tranquilidad en la zona. Las principales vías se mantienen despejadas, situación que les ha permitido a los transportistas y carros particulares desplazarse sin ningún tipo de inconvenientes tras varios días con el acceso bloqueado a causa de los yukpa.
En horas de la tarde del miércoles los aborígenes volvieron a tomar la vía nacional Troncal Seis, colocando carpas de tela, basura, palos y piedras a mitad de la vía como obstáculos para no dejar pasar las unidades autobuseras, transporte de carga, ni a los pacientes que viajan a Maracaibo.
Los miembros de la etnia que hacen vida en la Sierra de Perijá realizaron una protesta en las cercanías del lugar el 6 de abril que se extendió hasta este 15 de mayo, donde exigían viajar a la ciudad de Caracas para vender sus artesanía, sin embargo, según la ministra de los Pueblos Indígenas, Clara Vidal, el Gobierno Nacional no cuenta con recursos para la compra de los productos elaborados por los aborígenes.
Recientemente se realizó el Cabildo Abierto en la Villa del Rosario con las autoridades civiles de los municipio Machiques y Rosario de Perijá, donde se consideró la problemática ocasionada por las trancas y presencia de los yukpa en la vía nacional, donde colocan alcabalas ilegales y cobran en dólares para dejar pasar las unidades vehiculares.
En esa oportunidad se le hizo el llamado a las autoridades nacionales, regionales y a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) para resolver la situación de inseguridad que se genera con las trancas en la vía.