Alimentos adulterados se propagan por Las Pulgas

De poquito en poquito. Detallado en bolsas pláticas es como los marabinos llevan ahora los productos básicos al hogar, para resolver, al menos, una o dos comidas del día.

“Dame una bolsita de azúcar ¿Cuánto es lo menos que vendéis?”, pregunta Marina Segovia a un comerciante en medio del mercado Las Pulgas.

Los 200 gramos de la bolsa más pequeña, con el precio marcado en 900 bolívares, le serían su cientes para preparar al menos cuatro tazas de avena, alimento preferido de su pequeña de cinco años.

“A veces tenemos que resolver así, con lo poco que tenemos, para que nuestros niños no pasen hambre”, explica la joven, en medio de la algarabía del mercado.

Vender detallado es una práctica que se afianzó en todos los puestos que se en filan no solo en Las Pulgas, sino en el resto de los mercados como el de Santa Rosalía, Simón Bolívar y el Periférico de La Limpia. Desde leche, harina, azúcar, aceite, y hasta los rollos de papel de baño por unidad se llevan los compradores a diario.

Yeritza González, presidenta del Colegio de Nutricionistas, advierte sobre los riesgos que este tipo de prácticas de comercio traen para la salud.

“Al manipular directamente los alimentos existe un riesgo inminente de contaminación de los mismos. No hay control sanitario alguno y generalmente, estos mercados son un cultivo de bacterias”, señala la experta en procesos alimenticios.

La salmonella y la escherichia coli son las principales bacterias que podrían adquirirse al consumir alimentos manipulados indebidamente, según la nutricionista, ambas con consecuencias peligrosas para la salud. Diarreas, fiebre tifoidea, cólicos, náuseas, anemia e insuficiencia renal —en el más severo de los casos— son las afecciones ocasionadas por este tipo de bacterias.

Alimentos adulterados

Pero comprar productos contaminados con alguna de estas bacterias pasa a segundo plano, cuando una nueva práctica surge: ligar alimentos con compuestos no aptos para el consumo humano.

Gustavo González, comerciante del mercado Santa Rosalía, se vio en aprietos hace un mes, luego de comprar un saco de leche en Las Pulgas. Los 50 kilos del producto estaban ligados con cal.

“Comenzamos a venderla detallada y una señora vino a ponernos la queja. Nos asustamos y fuimos a donde la compramos para reclamar. A diario escuchamos las quejas de la gente”, cuenta el vendedor.

En frente de Gustavo labora Eduardo Mavárez, mientras pesa algunos tomates, cuenta que ligar la leche y la harina con cal es de las prácticas más comunes en los últimos meses, pero no es la única.

“Ligan el café con aserrín, el champú con agua y hasta la crema dental con alguna pasta, te das cuenta porque no sabe a menta”, señala.

Con el afán de rendir los productos y vender más, los comerciantes inmersos en el corazón de Las Pulgas, pasan por alto los riesgos que ocasionan a la población. Para Eduardo, esta práctica viene de Colombia porque los alimentos y productos personales ya vienen empaquetados y sellados.

“Los comerciantes compran los sacos y bultos sellados en Colombia y ya vienen adulterados”, relata Mavárez.

Les meterán la lupa

El secretario de Salud, Ríchard Hill, rechazó la venta de alimentos adulterados e instó a la población a evitar la compra de alimentos e incluso medicamentos en sitios no autorizados, como los mercados informales.

“Es una cuestión de conciencia, tanto de las personas que adulteran los productos, como del que la compra y contribuye con las prácticas ilegales”, señaló el titular de la Salud en la región.

La Contraloría Sanitaria tiene la competencia directa en materia de higiene alimentaria, por lo que Hill garantizó que en los próximos días se intentará atacar a estas mafias que atentan contra la salud pública.

“En Las Pulgas debería estar presente la Contraloría Sanitaria. Vamos a conversarlo y buscar soluciones, más que con operativos, incentivando a las personas a no comprar productos sin ningún control de calidad”, sentenció.

Hill negó que exista algún registro de intoxicación por ingesta de alimentos adulterados hasta los momentos, pero exhortó a la población a denunciar cualquier irregularidad en algún alimento proveniente de los mercados, e incluso de los mismos establecimientos autorizados para la venta de alimentos, como los supermercados.