El diario plural del Zulia

Agencias venden Parley a menores sin temor a la Lopnna

¿Cuánto es la apuesta mínima? -De 500 bolívares. -¿Me la puede hacer de 400?

La vendedora de la Agencia de Loterías se niega. No porque Miguel sea menor de edad, sino porque le faltan 100 bolívares para cancelar la apuesta mínima del parley –apuesta que consiste en seleccionar dos o más eventos deportivos y asignarle un monto de dinero a arriesgar–.

Cinco minutos más tarde, Miguel regresa. Consiguió lo faltante y se juega el parley. Es ágil para combinar jugadas, a sus 12 años de edad. Debería estar en el colegio, pero está apostando.

A pesar de que Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopnna), establece la prohibición de entrada a niños, niños y adolescentes a locales o establecimientos, donde se realicen juegos de azar, así como la venta de loterías y parley, las agencias de loterías asumen el riesgo “bajo cuerda”, porque las ganancias para el establecimiento son lo más importante.

Yaritza Barboza, encargada de un establecimiento de juegos de azar, cuyo nombre y ubicación pre rió omitir, asegura que en su agencia está prohibida la venta a menores de edad, pero señaló que las apuestas se han convertido en el salvoconducto de niños, jóvenes y adultos, ante la situación económica del país.

“Ven la facilidad, porque hacen una puesta mínima de 100 bolívares diarios, por ejemplo, y se ganan hasta tres mil y cuatro mil bolívares”, comentó la vendedora.

Las constantes inspecciones que la Comisión Nacional de Loterías (Conalot), realiza en las agencias de loterías de la ciudad, prestan poca atención a la venta a menores de edad, según algunos encargados, que pre rieron resguardar su identidad. “Están pendientes es de que uno tenga sus impuestos y permisos al día, pero no si uno le vende a los muchachos”, comentan.

“Este es el refugio de la gente que está mal económicamente. Hay gente que compra más parley que comida, pero ya eso se trata de un problema social”, destacó el dueño de un establecimiento de loterías ubicado en la avenida Los Estanques. Todos temen dar sus nombres, para evitar sanciones.

Para Miguel, no es un vicio jugar parley. Lo ve normal, porque su padre también lo hace y así fue como aprendió. “Yo vengo siempre a hacerle las apuestas a papi y también hago las mías. Con eso me ayudo para comprarme el desayuno en el colegio, porque lo que me dan a veces no me alcanza”.

Generalmente estas conductas en niños y adolescentes se adquieren por la fijación de patrones familiares, explica el sociólogo Yver Carruzo.

“Si la cabeza de familia actúa de acuerdo a los vaivenes del azar, existe una mayor posibilidad de que los hijos adquieran estas conductas”, asevera el experto.

No solo el entorno familiar, sino los espacios de habitabilidad (barrios o sectores populares) influyen en la creación de guras de poder simbólicas que sirven de guía –aunque negativamente– para niños y jóvenes.

“De repente el que tiene mayores posibilidades de adquisición de recursos o al que respetan más en las barriadas son aquellos que se dedican al parley o tienen uno en su casa”, señaló el sociólogo.

Carruzo indicó que los juegos de azar están estrechamente relacionados con la violencia y la falta de disposición al trabajo, por lo que aquellos padres que permitan que sus hijos apuesten, estarían fomentando una educación carente de valores y de fortalecimiento individual.

Hasta el cierre de esta edición, el equipo reporteril de Versión Final intentó obtener la declaración o cial del presidente de la Lotería del Zulia, Billy Gasca, pero la comunicación no fue posible.

 

 

 

 

 

 

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