El diario plural del Zulia

A dos años de su aparatoso accidente, Guadalupe Malavé se recupera satisfactoriamente

Con su radiante sonrisa, que contrasta con sus deslumbrantes ojos claros, “Gema”, como le conocen sus amigos cercanos, recibió al equipo reporteril de Versión Final en la comodidad de su vivienda materna en Maracaibo. Su madre Xiomara, la acompañó en todo momento, "es un milagro de vida, todos los médicos se quedaron sorprendidos en ver en cómo se había recuperado"

Volvió a nacer. Después de aquel terrible accidente de tránsito ocurrido en septiembre de 2022, que la postró por más de tres meses en la cama de un hospital y la llevó a un largo proceso de rehabilitación, hoy, Guadalupe Malavé, la carismática estudiante de Medicina de LUZ, sigue su satisfactoria recuperación.

Con su radiante sonrisa, que contrasta con sus deslumbrantes ojos claros, “Gema”, como le conocen sus amigos cercanos, recibió al equipo reporteril de Versión Final en la comodidad de su vivienda materna en Maracaibo.

Sus pasos lentos pero seguros, llenos de firmeza y mucha vida, dan cuenta que la rubia de 21 años, junto con su madre Xiomara y dos niñas que no superan los 12 años, a quienes considera como sus “hermanitas”, está dispuesta a lograr el 100% en su proceso de sanación.

Un turbante de color negro sobre su cabeza disimulaba la cicatriz que dejó su más reciente cirugía, en la que una parte de su cráneo, que permaneció en resguardo en una de sus costillas, fue puesto de nuevo en su lugar. También una cadena dorada con un crucifijo y la Virgen María permanecía colgada en su cuello.

Aunque “Gema” puede conversar, sus frases aún son cortas, precisas, y trabaja duro semanalmente para recuperar por completo la fluidez en su comunicación.

Durante la amena entrevista siempre agradeció a Dios, al beato José Gregorio Hernández y a los doctores Moreira y Gabriel, que la atendieron en el Hospital Universitario de Maracaibo, por el milagro de su vida. Conversó sobre retomar sus estudios de Medicina y especializarse también en Lenguaje y Fisioterapia, para ayudar a quienes padezcan un accidente similar al que vivió.

La sala de su casa, donde 20 meses atrás permaneció bajo el extremo cuidado de enfermeras privadas en una cama-clínica, y hoy funge como su “habitación principal”, en la que cuenta con sus cinco peluches, varios autorretratos y una peinadora con luces especiales para su maquillaje.

Dentro de sus gavetas guarda su laptop y una agenda con sus anotaciones diarias, en las que incluso escribe con terminología técnica y dibuja con precisión todos los procedimientos médicos que ha recibido desde su accidente.

Sobre ese hecho, suscitado la mañana del jueves 8 de septiembre a la altura del Distribuidor Vial Los Olivos, en el sector Maicaíto, poco quiso hablar. “Gema” viajaba con una amiga en una pequeña motocicleta, cuando inexplicablemente impactaron con la parte posterior de una camioneta. Ella sufrió un traumatismo craneoencefálico severo.

Ya eso quedó en el pasado. Hoy Guadalupe disfruta de la nueva oportunidad que Dios le concedió. Agradece a todos los “ángeles” que le tendieron la mano en sus más difíciles momentos, tanto a los desconocidos como sus más allegados.

En especial a sus amigos: Melania y Fabián, que hicieron lo imposible por ayudarla con petición de insumos médicos, recaudación de dinero y mucha compañía en aquellos aciagos momentos, con quienes ahora comparte casi semanalmente una buena pizza, cotufas y refrescos.

Para su mamá, Xiomara de Malavé, “esto de Guadalupe es un milagro de vida, todos los médicos se quedaron sorprendidos en ver en cómo se había recuperado. Guadalupe ha sido muy fuerte, muy guerrera. Ella nunca ha decaído. Siempre tuvo ganas de seguir viviendo".

"Ella más nunca piensa montarse en una moto. Nosotros ya tuvimos una mala experiencia de lo que es un accidente en moto, no se lo deseamos a nadie, porque eso es para contarlo. Sale a la calle y le da temor hasta atravesarse", señaló la progenitora.

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