Venezolana destaca como ingeniera en uno de los proyectos mineros más grande de Chile

Antonieta Castillo ejerce como ingeniera en uno de los proyectos mineros más importantes de Chile: Quebrada Blanca, una de las operaciones de cobre más grandes del mundo. “Soy ingeniero de oficina técnica. Mido el avance de construcción en el área mecánica”, resume.
Esta venezolana de 27 años, nacida en el estado Bolívar, se graduó en 2016, como ingeniera de Mantenimiento mención Industrial, en la Universidad Gran Mariscal Ayacucho. Su experiencia como profesional antes de emigrar fue muy corta. Hizo sus pasantías en Sidor y aunque pudo quedarse con un puesto, en 2017 se enfocó en prepararse para emigrar.
Me vine con muchos sueños y ganas de crecer como persona y profesional, triste, dejando atrás a mi familia, lo más importante para mí, pero pensando que estando acá podía hacer más que quedándome en Venezuela”, cuenta. Y no se equivocó. A sus 27 años y poco más de tres años después evoluciona en su campo laboral.
Pero el camino no fue sencillo. Llegó a Santiago de Chile con su pareja el 2 de octubre.
Los primeros meses fueron difíciles porque dependía del permiso de trabajo y un mes después decidió aún sin el documento y gracias a la propuesta de trabajo de un amigo, mudarse a Viña del Mar para desempeñarse como jefa de un local. “Me arriesgué, total no salió como esperaba, pero no me rendí, luego de eso trabajé de todo: Fui niñera, garzona, cajera, pero siempre con la visión de enfocarme y buscar ejercer…”, sostiene.
Fue a finales de 2018 cuando Antonieta consiguió su primer trabajo como ingeniero. Fue en la Refinería Aconcagua ENAP. Ese trabajo le permitió conocer y relacionarse con profesionales. “Crecí y me abrió puertas para seguir mi carrera”, agrega.
Su experiencia con los chilenos ha sido positiva. Los considera serviciales y dispuestos a ayudar. Confiesa que trata de adaptarse a la comida y al clima frío que antes detestaba y por el cual hoy siente una especie de amor-odio.
Emigrar no es fácil, no es para todos, tienes que tener mucha fortaleza mental, hacerte el loco frente a muchas cosas, como diríamos en Venezuela”, refiere. Cree que quien pueda salir debe hacerlo, pero “siempre pensando con la mente fría, planificándose y haciendo las cosas bien, por lo legal”.
Castillo indica que admira a todos los venezolanos que logran en otro país lo que se propusieron, haciendo las cosas bien. Y concluye con el siguiente mensaje: “Espero que esta corta descripción de mí, motive a muchos de los que se encuentran en la disyuntiva aún de no saber qué hacer, y que tengan siempre presente que el que lucha por lo que realmente quiere, merece absolutamente todo lo que sueña y desea”.