Desbordado el norte de Chile por masiva llegada de migrantes venezolanos

Autoridades de pequeñas comunas fronterizas del norte de Chile exigen la intervención urgente del Gobierno por encontrarse “saturadas” sus condiciones. Denuncian desabastecimiento, tomas de viviendas para refugio de los indocumentados y nulo control de las policías, reseña Infobae.
Con un control mayor sobre la frontera con Perú en Arica, los migrantes se han lanzado a intentar el ingreso por zonas menos custodiadas desde Bolivia. Y así, trasladaron la tensión a pueblos muy pequeños que no tienen ninguna capacidad para contenerlos.
Niños y niñas cruzando la frontera a Chile junto a sus familias en el desierto, verdaderas bandas de “pasadores” ilegales y colapso de las principales ciudades del norte marcan el escenario migratorio en las últimas horas.
“Vienen personas mayores, mujeres, familias completas con niños hermano. Esto es una aventura muy desgraciada. Hay muchos que se tienen que devolver porque no pueden. Otros se quedan en el camino”, declara
Su planteo está acompañado de emoción. No es fácil, indica, ver cómo sus hermanos sufren. “No es casualidad que seamos tantos los que necesitamos salir de nuestra nación. No podemos seguir así. Los que venimos ahora cruzando las fronteras, de Perú, de Bolivia para llegar hasta Chile somos los que aguantamos hasta el final. Imaginando un cambio, pero no. Eso allá está peor que acá”, agrega.
Lo cierto es que su llegada, al igual que la de otros miles de sus compatriotas no ha estado exenta de dificultades. Las autoridades de Chile han hecho ver su preocupación por el alto flujo de migrantes que arriba a este país, aludiendo razones políticas.
Los que se han atrevido a realizar este trayecto advierten que no se aconseja el uso de celulares, en todo momento deben guardar silencio y los niños deben siempre permanecer muy cerca de sus padres. Un paso en falso podría significar llamar la atención de la policía o personal militar. Los que dirigen el trayecto, con la ruta y las “estaciones” son los denominados “coyotes” o “pasadores” que cobran a los interesados en cruzar la frontera para guiarles por el camino entre 200 a 500 dólares por familia. Algunos cobran mucho más cuando hay niños.
Pero en los últimos días se ha producido un alza de ingresos. La autoridad comunal asegura que el domingo pasado “tuvimos mil inmigrantes”, y que este martes 2 de febrero se registraron 1.600 personas, y de ellos, 500 fueron trasladados a Iquique, la ciudad capital regional, en un total de nueve buses.
Invasión a casas y poca fiscalización
Celinda Choque, otra habitante de la zona, de la localidad de Cotasaya, cuenta que esta situación los tiene agotados. Según relata, el personal militar dificulta el traslado de los pobladore: “No podemos ir a comprar la comida para la sobrevivencia. ¿En qué está el presidente Piñera?, ¿qué es lo que está haciendo?”, reclama.
El ingreso ilegal a hogares y territorios particulares es solo una parte. Desde la zona también se habla de una toma recurrente de los caminos y el levantamiento de barricadas para así obligar a los camioneros bolivianos a detenerse y transportar a inmigrantes de manera forzosa. “Si esto ocurriese en el barrio alto de la capital, por cierto que los medios de comunicación estarían al tanto y se tomarían las medidas correspondientes”, asegura el alcalde de Colchane.
El drama de los niños
Algo que causa preocupación entre las autoridades de la zona es la alta presencia de niños entre los inmigrantes que cruzan la frontera. Según cifras entregadas por Carabineros, debido a la crisis migratoria en el norte de Chile, el 2020 ingresaron 2.359 niños, niñas y adolescentes. Por lo anterior, el Tribunal de Familia de la ciudad de Iquique, anunció que “se han ingresado como medidas de protección 173 cautelares y 15 de ellas han sido por menores no acompañados, quienes han sido ya reunificados con sus progenitores en nuestro país”.