Daño en bomba de Planta C afecta distribución de agua a Maracaibo

Mientras en algunos hogares marabinos el agua potable llega turbia y no dura más de dos días, en otros se cumplen más de seis semanas que el servicio no se presenta. Es así como la falta del líquido potable arrecia en la ciudad.
La ineficiencia, según un trabajador de Hidrolago, se debe a que hace unos días se dañó una bomba en la plata potabilizadora Alonso de Ojeda, mejor conocida como Planta C.
El trabajador aseguró a Versión Final que la distribución de agua también se ve interrumpida por las fluctuaciones eléctricas que hacen que Tulé se paralice. "Para el reinicio se tarda como dos horas y precisamente por eso se quemó un motor y un tablero de otro", señaló el trabajador de la hidrológica.
Este suceso, al parecer, es el que ocasionó que sectores como Los Olivos La Victoria, Panamericano, San José, Amparo, La Florida y otros, no disfruten del servicio desde hace unas cuantas semanas.
En La Victoria, Neria Fuenmayor, asegura que no tienen agua desde hace seis semanas, aproximadamente. "Estamos estirando la que tenemos, la usamos para lo más imprescindible; para cocinar y bañarnos", añadió la marabina.
Fuenmayor manifestó que teme tener que comprar agua porque cuando comúnmente lo hace suelen suministrar el servicio y queda en vano los cinco o seis dólares que gasta para llenar al menos un tanque.
Mientras Fuenmayor busca la forma rendir lo poco que le queda en sus envases, en San José, parroquia Cacique Mara, los habitantes salen a otros sectores a extraer el preciado líquido para poder suministrar a su hogar.
"La gente carretea con potes, botellones, pipas para trasladar el agua desde una tubería de un sector más abajo. La gente está desesperada, está seca", refirió Joanny Montero
La mujer añadió que cada ciertos días debe comprar una o dos pipas para solucionar sus quehaceres más importantes. Detalló que cada vez que compra el líquido gasta de un a tres dólares, según la cantidad o los recipientes que quiera llenar.
La misma situación ocurre en el Oeste de Maracaibo, en Panamericano, donde Julia Flores lamentó que deba bañarse dentro de una ponchera para reciclar el agua y posteriormente usarla para los sanitarios o para el aseo de su casa.
La zuliana dice que quedó arruinada hace una semana debido a que desde mediados de noviembre debe comprar pipas o botellones con agua para poseer el vital liquido.
"Dejé de comprar y empecé a reciclar, podrá ser antihigiénico pero fue la solución que encontré. Me rinde más y tiene el mismo efecto", añadió Flores
Aseguró que muchos se quejan del color que presenta el agua mientras otros, incluido ella, desea y anhelan ver caer una gota de sus tuberías.