El diario plural del Zulia

Elio Ríos Serrano //La maravillosa Laguna de Los Olivitos, la Laguna de las aves

Nuestro país, La República Bolivariana de Venezuela, en su geografía exhibe una extensa cantidad de agua circulando o estancada, que se puede decir que es un país de agua. Famoso es el Lago de Maracaibo, el Río Orinoco, ambos padres de todas las aguas de Venezuela.

Dentro de sus aguas estancadas pero corrientes, en Venezuela se encuentra en el extremo occidental, en el estado Zulia, una Laguna maravillosa, el ensueño del observador de paisajes, el encanto del mejor observador de aves, el orgullo del zuliano y la zuliana. Se trata de un humedal (Wetland por su nombre en inglés) de gran tamaño, es la Laguna de Los Olivitos. Esta Laguna idealizada por nosotros en estas letras, es indescriptible sin usar poesía.

Quien quiera conocer la Venezuela encantadora, debería ver la Laguna de los Olivitos. Es el país ambientalista y sin interferencia de la humanidad con los procesos naturales para soñar. Claro, solo se puede acceder bajo el permiso especial otorgado por el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo, autoridad ambiental nacional.

Humedal extenso para recorrer en cayuco, pues se extiende de unos doscientos sesenta kilómetros cuadrados o veintiséis mil hectáreas, está protegido como una Área Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE), sometida por varios acuerdos internacionales (Ramsar, Refugio de Fauna Silvestre). Esto se potencia con el apoyo del ente nacional de ambiente (Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo, antiguo Ministerio del Ambiente) y de la educación ambiental impartida por los grupos ambientalistas (Mangle, Naturazul, Amigos del Bosque, Azul Ambientalistas del Zulia, otros), la participación de la Universidad del Zulia, de los pescadores y del pueblo del municipio Miranda.

También la Laguna está llena de historias y vestigios de las culturas indígenas, conocidos y por conocer de Nigale, Oribor, Quisiro, Iturre.

Está situada en el extremo noreste del Municipio Miranda, entidad localizada en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo. Intercambia sus aguas como dediles por entre islotes y manglares (espacio llamado Oribor) con el Golfo de Venezuela, su vecino al norte. Entre esas islas no nos olvidamos nunca de la isla Cañonera, te bañas al norte en el Mar Caribe y se camina un poco y te bañas en el Lago de Maracaibo. Oribor constituye el ecotono (transición) entre el Mar Caribe y el Lago de Maracaibo, entre las aguas y las tierras costeras.

Al noreste de la laguna está separada por una "pared" de manglares del norte Lago de Maracaibo (zona llamada Estuario o Bahía de El Tablazo), comunicándose con el lago por “caños” como el llamado Caño Viejo, pasillo o corredor de manglares que exhibe entre las ramas a los mamíferos, reptiles y aves de esa maravillosa laguna.

Especial vivencia se tiene cuando contemplamos a los zorros cangrejeros (mapaches), tiernos de imagen, silvestremente salvajes al verse abordados por la humanidad. A veces lo observamos subiendo los troncos de los altos manglares para ir a sus escondites y evadirnos. También los hemos podido observar “lavando su comida”, por lo cual también le dicen zorro lavador. Debemos preservar esta especie autóctona. Las ratas grises y noruegas, el ratón de Los Olivitos, rabipelados, perros comunes, se pueden apreciar en ese territorio o humedal. En ocasiones se han avistado en las zonas protegidas a mamíferos acuáticos como el manatí (Trichechus manatus). Y cómo olvidar aquella ballena varada que lamentablemente no pudo salvarse en la isla Cañonera.

Al sur comparte frontera con la Salinera (Salina de Los Olivitos o de Quisiro). También al sur se mezcla con una extensa y tranquila bahía, con las playas del Ancón de Iturre. Sitio de la familia del recordado Helímenes Perozo, de la familia del pescador que todos conocen como “Macho”, entre otros amigos baquianos, protectores y pescadores y donde hemos compartido conocimiento, vigilancia, vivencias y sueños. Solo queda decir que al este de la misteriosa y resiliente ciudad de Quisiro, con su pasado indígena por descubrir, aletargada entre el sol, la arena y el viento.

La Laguna de los Olivitos, tiene una diversidad biológica tan extensa como cambiante por ser lugar de destino de aves migratorias. Por eso fue “tan fácil” convencer a las autoridades venezolanas que teníamos que proteger a la laguna por la gran cantidad y diversidad de especies presentes. La Laguna de Los Olivitos comparte esa gran diversidad biológica con los humedales de los llanos venezolanos, los humedales del estado Falcón y Nueva Esparta.

La protección con el Convenio Internacional de Ramsar se le otorgó por la gran variedad de aves, por ser el único lugar del Mar Caribe donde nacen los togogos (flamencos) y donde desde hace unos quince años nacen las cotúas (cormoranes, algunos le dicen cuervitos), además de ser un gran lugar para observar la llegada de aves migratorias de las zonas templadas de Norteamérica a temperar de septiembre a marzo.

Según los biólogos la Laguna de Los Olivitos es una “maternidad” donde nacen y se desarrollan su tierna fase de alevines, muchas especies de peces y camarones del Lago de Maracaibo y Nuestro Mar Caribe (el mero, el róbalo, el jurel, la lisa), también es protegida por lo cual en el área de la Laguna de Los olivitos está prohibido pescar.

La educación ambiental, las actividades de los guardaparques del Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo, además de la asociación del pueblo, los pescadores, estudiantes de diferentes niveles de la Universidad del Zulia y grupos ambientalistas, hacen que se respete esta protección legal.

Por su protección como Refugio de Fauna Silvestre, se ha logrado tener un espacio libre de actividades humanas, capaz de dejar desarrollar que las poblaciones de togogos (flamencos rosados del Caribe, Phoenicopterus ruber) tengan mayor presencia en la laguna y que cada vez más, nazcan más individuos de esta especie. Los cielos de la laguna pareen sangrar cando vuelan las corocoras roja (Eudocimus ruber). También podemos observar a las aves con buche (los buchones o pelícanos, las tijeretas o fragata (Fregata fregata), los botutos Strombus gigas) y tantas aves playeras migratorias.

No sabía yo que había caimanes de la costa hasta el momento que ayudamos a salvar un individuo de esta especie presente en una empresa costera y después lo llevamos para la laguna para reinsertarlo en sus ecosistemas silvestres. Esta protección ha permitido que se incrementen las poblaciones de caimanes de la costa (Crocodylus acutus), que niden en las playas de la laguna las tortugas marinas (Chelonia mydas y Eretmochelys imbricata),
-conservarla como sala de nacimiento y guardería de alevines de peces y camarones.

Con gran variedad de aves cito según investigaciones de mi hermano en el ambientalismo Lermith Torres, educador, educador ambiental, investigador, ambientalista, presidente del grupo Mangle y ornitólogo, quien describe casi doscientas especies residentes, endémicas, migratorias, introducidas.

Es nuestro deber, preservar la Laguna de Los Olivitos y ojalá podamos establecer corredores ambientales para proteger a las Lagunas de La Palmita, La Laguna de Las Peonías y el Sistema de Lagunas de Mara

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