El diario plural del Zulia

Jesús Casique: “Nuestra economía aún no es la de un país en guerra”

El consultor insiste en el desmontaje del control cambiario y la ejecución de un set de medidas alternas. No ve al bitcoin como una alternativa sólida

Los economistas esperan la publicación de los índices económicos del año 2016 por parte del Gobierno nacional, antes de su presentación del presupuesto económico para 2018. La espiral inflacionaria, la escasez de dinero en efectivo, la alternativa de las monedas virtuales, los vicios de los controles de cambio y los intentos por parte del Ejecutivo de aumentar las cifras de las reservas internacionales bajo este escenario, están en el tapete del debate nacional.

El profesor de economía y finanzas, conferencista y consultor de empresas, Jesús Casique, vislumbra el rumbo al que podría conducir la situación económica del país. Cree que las medidas a tomar por el Gobierno nacional deberían establecerse de otra forma y enfocarse en desahogar el congestionamiento económico.

—El Gobierno insiste en no modificar el control de cambio. A su juicio, ¿cómo podría resolverse la inestabilidad de la tasa inflacionaria en Venezuela?

—El control de cambio entró en vigencia en 2003, tenemos 14 años con el arcaico y primitivo control de cambio. Entre los economistas hemos ofrecido como propuesta en reiteradas veces la unificación cambiaria. Sin embargo, el Gobierno la ha rechazado. (…). Esto es imposible, un país con cuatro tipos de cambios. Entonces, ¿qué ocurre? Bueno, hay procesos de arbitraje. Aquellas personas que compran en el mercado al tipo del cambio innombrable, tienen que ajustar rápidamente los precios o las expectativas. Por eso, la unificación cambiaria no puede ser aislada, tiene que ser un set de políticas económicas que permita al Gobierno como desmontar los controles y generar confianza. No es únicamente resolver el problema del tipo de cambio, sino un set de medidas económicas que debe establecer el Gobierno. Próximamente, antes del 16 de octubre, va a entrar el presupuesto para el año 2018, pero primero debería indicársele al país cuál fue la inflación de 2016 y el Producto Interno Bruto (PIB) porque continúa la opacidad y el oscurantismo.

—¿Es nuestra economía la de un país en guerra?

—No, yo no comparto esa teoría. Lo que tenemos es un país que va rumbo a una hiperinflación. Estamos en una fase superior o superlativa a la recesión económica, Venezuela está atravesando depresión económica. Recesión económica es cuando son tres trimestres de caída del PIB, depresión económica son 16 trimestres, incluyendo 2017. La estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI) es que este año va a haber una caída del 12% del PIB y una inflación que va a superar según el Fondo Monetario 1.134%. Yo creo que debe estar entre 1.050% y 1.100% la inflación para el año 2017. El Gobierno, cuando presente el presupuesto en los próximos días, tendrá que indicarle a los venezolanos cuál fue el resultado de la economía o los resultados antroponímicos del año 2016.

—¿Cuál es su diagnóstico sobre la escasez de efectivo en los bancos?

—Bueno, eso es sencillo. Si la inflación acumulada, según la reportó la Asamblea Nacional, a través de la Comisión de Finanzas, es de 344%, y el nuevo cono monetario ha incrementado, o mejor dicho, la familia actual de billetes ha incrementado en el año 7%, bueno, significa que la velocidad de la inflación es superior al incremento de la incorporación de los nuevos billetes a la economía. Y el nuevo cono monetario representa el total de los billetes actuales el 5%, o sea, que obviamente la inflación viene desplazando al cono monetario.

—¿Es el Gobierno permisivo con las mafias que llevan billetes a la frontera para la venta?

—Bueno, esas son las distorsiones que generan los controles. Cuando se establecen controles, generan distorsiones, arbitrajes, etcétera. El Gobierno tiene que desmontar el control de precio y el control de cambio. El control de precios ha generado escasez, ha generado la mayor in ación del mundo y también ha generado la caída de las reservas internacionales, fuga de capitales y procesos de arbitraje. Entonces, a medida que continúen los absurdos controles en la economía, continuarán los desequilibrios en Venezuela.

—Van cuatro toneladas de oro del arco minero llevadas al BCV, en seis meses. ¿El arco minero puede evitar el desplome económico del Gobierno? ¿Cuál es el costo?

—No, no es que se pueda evitar, sino que antes del arco minero hay que revisar primero la Constitución. Ahí está todo el procedimiento que debe cumplirse. Pero lo que está enviando el arco minero no representa un incremento significativo en las reservas internacionales, repito, si los lingotes de oro no tienen el sello del Good Delivery, obviamente, no pueden engrosar las reservas internacionales, al menos que lo hagan en efectivo, pero en lingotes de oro no  puede engrosar porque deben tener el sello.

—El bitcoin, moneda virtual, gana terreno en Venezuela. ¿Cuál es su opinión sobre su instauración? ¿Podría suceder al bolívar y acabar con la inflación?

—Esa es una moneda virtual. La persona que no sepa invertir en bitcoin, que no esté bien informada, no es recomendable que busque esta opción. Aquellas personas que desean tranzar lo pueden hacer en moneda dura, pero esas monedas virtuales, que no tienen ningún tipo de respaldo, obviamente que están en riesgo de, en cualquier momento, perder todo. En cuanto al bolívar, para nada lo puede suceder. Aquí la disciplina fiscal y la disciplina monetaria las tiene que establecer el Gobierno. En la medida que el Gobierno continúe (…), el BCV continúe distanciado de las empresas del Estado el incremento de la base monetaria y la maquinita de dinero, emisión del dinero por parte del BCV, vamos a continuar experimentando estos altos niveles de inFLación.

—Si el Gobierno persiste en la sustitución del dólar como moneda cambiaria, ¿por qué el dólar paralelo continúa como referencial?

—En primer lugar, no puede ser que una página web sea la referencia en el termómetro de la economía. Eso es función del BCV: la política cambiaria. Pero ahí es cuando llegan las distorsiones de los controles. Los agentes económicos buscan refugio frente a un bolívar que viene empeorando la capacidad de compra, que viene, en términos inflacionarios, disminuyendo significativamente. Y el bolívar no es una moneda de reserva internacional, sino el dólar. Entonces, los agentes económicos tienen expectativas para establecer nuevos precios. En segundo lugar, tienen respaldo en moneda dura y, tercero, la inflación que impacta en el bolívar dentro de especulaciones del nuevo cono monetario. El impacto inflacionario que está atravesando en estos momentos Venezuela hará que, a medida que continúe la inflación, el bolívar pierda su valor.

—¿El Gobierno raspa la olla de nuestras reservas internacionales?

Las reservas internacionales están por debajo de los 10 mil millones, han caído drásticamente. El Gobierno no hace nada si los lingotes de oro no van a endosar en el aumento de sus reservas. Lo que pueden engrosar es el efectivo de las reservas, pero si los lingotes de oro no tienen el sello de dólar libre de Londres, no pueden endosar el oro, que es un componente de la reserva. Entonces, puede engrosar el efectivo. Bueno, esto lo observan los mercados que se reflejan a través de una serie de indicadores.

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