El diario plural del Zulia

ANC, el nudo que más atasca el diálogo

Analistas aseguran que el Gobierno pone en mesa la legitimación de la ANC, para que se reconozca un Estado de derecho que está muy cuestionado

El reconocimiento por parte de la oposición a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) es un nudo intraficable en el escenario de negociación entre la oposición y el Gobierno, pese a los esfuerzos de Daniel Medina, presidente de República Dominicana, y uno de los principales impulsores internacionales del diálogo nacional contra la crisis.

El pasado martes, Luis Florido, presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional, expresó que no existen condiciones para acudir nuevamente a República Dominica, tal como proponían representantes del Ejecutivo. “Asumimos esto con responsabilidad. No hay condiciones para continuar el proceso exploratorio en República Dominicana”, expresó.

Florido insistió en que el Gobierno no ha cumplido con las condiciones para el avance del diálogo y que debe existir un cronograma transparente.

Juan Berríos, sociólogo y analista político, recuerda que el diálogo tuvo como principal exigencia, hasta antes del 30 de julio, fecha de la polémica elección de los constituyentes, la anulación de lo que sería ese proceso electoral.

“Obviamente, el Gobierno pone eso sobre la mesa para lograr algún tipo de reconocimiento por parte de la oposición, pero bueno, lo más probable es que la oposición lo desconozca y tendrán que negociar otros temas”.

Berríos destaca que la ANC, presidida por Delcy Rodríguez, es una tribuna jurídica supraconstitucional con un rango que acentúa la radicalización de la crisis socioeconómica y política que sacude a Venezuela. Como ejemplo, detalla, la advertencia de Nicolás Maduro, presidente de la República, en una reciente alocución sobre las elecciones regionales: “El que no se juramente ante la Constituyente no podrá ser Gobernador ni Gobernadora”.

Constantino Morán, politólogo, añade que el reconocimiento de la ANC sería una traba clarísima para que la coalición democrática llegue a una negociación concreta con el Gobierno.

Resulta público y notorio que la ANC fue producto de un fraude. Esas elecciones no se convocaron en los términos que establece la Constitución nacional. Nadie la va a reconocer”.

“Podemos decir mediante los antecedentes, que no habrá dialogo si no hay suficiente voluntad para retirar de la mesa, cuestiones que no van a ser aceptadas de ninguna forma por la otra parte”, insiste Berríos. Predominan las posturas radicales entre representantes  de ambos sectores, estima.

No hay voluntad real para negociar. No han tratado de matizar esas posiciones porque si uno llega con ideas y luego va renunciando a algún aspecto, eso hace que el otro acerque su postura, entonces, eventualmente negociando, se renuncian a algunos aspectos. Probablemente, todo esto quede en fracaso. Aquí lo que deben haber son elecciones”, agregó el politólogo.

Mayor apertura

Para Carlos Raúl Hernández, una negociación debe tener como elemento la apertura. “No se deben poner condiciones, porque las condiciones se convierten en puntos de honor. Todo está para negociarlo, negociar significa intercambio, significa transacción, entonces, a mí me parece que un principio fundamental para la negociación es un mínimo de condiciones previas. No deben tener condiciones previas porque son al final excusas para trancar el acuerdo”.

Hernández lamenta como la falta de interés en lograr avances repercuta en que parte de la sociedad venezolana no vea ninguna solución próxima a la crisis humanitaria, que padece y sufre Venezuela. “La verdad es que se ve más lejos la luz al final de túnel”.

Berríos no avizora algún tipo de avance y resalta que las peticiones por los problemas políticos se quedan para conservar los espacios políticos de unos y otros, pero, a la mayoría de la gente no le interesa tanto. “Ninguna de esas posturas están relacionadas con recuperar la economía, el bienestar en general o mejorar las condiciones de vida de la gente, con lo cual creo que el mediador tratara de acercar las posiciones”, añade.

Para Morán, la jugada política del Ejecutivo no sorprende. “Ellos se ven obligados a sentarse en la mesa de dialogo porque la presión internacional es muy fuerte, al final, la idea no era dialogar, era cumplir”.

Carlos Raúl Hernández asegura que el Gobierno juega con fuego y ya no tiene margen. “Sabe que la comunidad internacional no le va a aceptar este montaje, es simplemente una excusa para bloquear la posibilidades de que el diálogo llegue a alguna conclusión. Lo triste es que la situación del Gobierno no está para andar con esa maniobra, más bien debería estar buscando la manera de ver cómo se llega aquí a un acuerdo para evitar problemas mayores”.

Además, agregó: "El oficialismo lo que está buscando es una salida digna del poder. El año que viene tienen que haber elecciones presidenciales porque si no el Gobierno explotará poco a poco”

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