Bogotá acogerá homenaje póstumo al artista colombiano Francisco Juliá

En la Casa Museo Grau de Bogotá se realizará un homenaje póstumo al artista bogotano Francisco Juliá con la exposición "Existencialismo Plástico", que mostrará las obras características del pintor.
Desde hoy y hasta el próximo 7 de octubre, la familia del artista plástico homenajeará su obra con una sala llena de pinturas con un colorido sobrio que evocan la melancolía y el desasosiego de la vida moderna.
"La obra de Francisco Juliá ha permanecido oculta en el concierto de la plástica nacional; sin embargo, ha llegado el momento de revelar el caudal de su legado artístico", resaltó el curador de la retrospectiva, Eduardo Márceles Daconte, citado en un comunicado de los organizadores.
Juliá, quien falleció el año pasado, dejó un acervo de unas "200 obras que nunca se mostraron y que realizó en sus tiempos de pintura después de sus horarios de trabajo", dijo a Efe la hija y representante de la exposición, Margarita Juliá.
Aunque Francisco Juliá "se sintió atraído por las artes a muy temprana edad", el poco apoyo de su familia para estudiar plásticas y las responsabilidades que debía asumir lo llevaron a hacer carrera en el mundo bancario, indicó la hija del artista.
A pesar de esto, el artista bogotano "pintó hasta que se murió en febrero del año pasado", precisó Margarita Juliá y añadió que "vivió con una melancolía y profunda tristeza de no haber podido culminar sus estudios".
Además, en vida nunca se interesó en participar del circuito galerista colombiano, aunque sus obras fueron portada de Le Monde Diplomatique y fue reseñado por Eduardo Márceles en su libro "Los recursos de la imaginación artes visuales de la Región Andina de Colombia".
"Era un artista intimista, todas las emociones que se guardaba, toda esa tristeza y melancolía lo hacía que fuera un artista que sentía más disfrute por la creación que por la comercialización y exhibición de su propia obra", dijo Margarita Juliá.
La exposición que desde hace un año organiza la familia de Francisco Juliá contó con el apoyo de distintos amigos del artista, entre los que resalta el escultor Gabriel Beltrán.
"Lo que queda de un artista es su obra y queremos que la obra permanezca viva porque las personas del sector cultural que lo han apreciado reconocen que hay cosas aquí que no se han visto en la pintura bogotana durante muchos años", precisó Margarita Juliá.