Roosen: El venezolano es trabajador

Gustavo Roosen, vicepresidente de Conindustrias y presidente ejecutivo del instituto de estudios superiores de administración (IESA), mani esta que la carencia de oportunidades en Venezuela ha provocado que una importante suma de ciudadanos abandonen el país. Asegura que buena parte de estos emigrantes han alcanzado buenas posiciones gerenciales y por tal razón se niegan a regresar al país.
Roosen conversó con Versión Final acerca del futuro de la industria nacional y otras variables que afectan el desarrollo económico de la nación.
—¿Cómo ha observado la fuga de talento venezolano al exterior?
—La emigración venezolana ha sido de una excelente calidad y los que han hecho esto han agregado valor a las actividades políticas y sociales, empresariales y estudiantiles en los países a donde se han dirigido. Cuando una persona hecha raíces, tiene familia y tiene hijos, esa persona no regresa. De cada cuatro que emigran solo uno regresa. El venezolano en el exterior ha adquirido una posición gerencial importante, un buen nivel que cuando esto mejore en el país muchos podrán venir y aportar su potencial.
En Houston hay más de 17 mil venezolanos, los que en su mayoría son zulianos, la vinculación entre ellos, el aporte social que ellos hacen, se retroalimentan, se cuidan, son en su mayoría profesionales del campo petrolero. Hay un potencial que de seguro estarían dispuestos a venir si la situación del país cambia.
En el IESA tenemos unidades de trabajo, la maestría y la educación ejecutiva. Contamos con 600 estudiantes que hacen maestrías en finanzas, mercadeo y gerencia pública.
—¿El venezolano ha adoptado una ojera a la hora de trabajar?
—En Venezuela la gente es trabajadora, se ha comprobado históricamente, desde muy temprano el venezolano se levanta desde las 3 de la mañana. De hecho, el venezolano fuera del país está trabajando con todo, motivado por las oportunidades que le brindan otros modelos económicos. La ojera no es una característica nuestra, quizás la informalidad puede ser, no somos tan rigurosos como otras culturas.
—¿Qué opina usted de la incursión de los militares en distintos cargos gubernamentales?
—El toderísmo en Venezuela es un problema, es una enfermedad crónica. No solo en el ámbito militar sino en general, una persona porque sepa hablar bien no puede desempeñarse bien en cualquier frente, esto es una utopía. Nosotros hemos tenido muchos militares en nuestra maestría de gerencia, muchos asisten de incógnito, tiene una curiosidad intelectual. Aquí la gente brinca de un lado para otro, aquí un apellido cualquiera es bueno para ser Ministro de Educación, vicepresidente, canciller y para ser de todo. Son aves de paso que dan vueltas en cargos y esto influye de manera determinante en el ambiente interno de las instituciones, porque obviamente en los cargos públicos hay gente que conduce los ministerios de manera anónima porque son los calificados para manejar una cha técnica y son los que le explican a los jefes lo que tienen que hacer, y probablemente con poco éxito. Por ejemplo, esto sucede en la unificación cambiaria y en otros temas de materia económica, que estoy seguro cuando esas explicaciones llegan al momento donde se deben tomar las decisiones que no son comprendidas.
—¿Hay carencia de oportunidades para el venezolano?
—En Venezuela hay una situación restrictiva para el desarrollo personal que ha obligado al venezolano a improvisar, a dar golpes para poder subsistir básicamente porque las oportunidades para desarrollarse son tan limitadas, existe una generación de emprendedores que creen en el desarrollo del país”.
—¿Qué vislumbra usted para el futuro industrial de Venezuela?
-En el año 98 había 14 mil empresas industriales, según datos de Conindustrias, hoy quedan menos de cinco mil. Las demás han cerrado o han sido expropiadas y las que quedan son mucho más pequeñas. Reconstruir el tejido empresarial e industrial en Venezuela será uno de los elementos más claves y apasionantes que deparará el futuro. Se producirán muchísimas oportunidades de desarrollo, reconstruir el tejido empresarial e industrial en Venezuela será uno de los elementos más claves y apasionantes que deparará el futuro. Desde la producción primaria hasta los productos de mayor valor agregado, se producirán muchísimas oportunidades de desarrollo y de actualización de tecnologías que van a requerir mucho talento y mucho capital que traerá grandes resultados para la nación”.
—El Presidente Maduro afirma que el aparato industrial está operando al 80% de su capacidad instalada, ¿Considera esto real?
-No se de donde saca las cifras el presidente, porque el Instituto nacional de estadísticas no ha publicado ninguna información ni siquiera el BCV. Presumo que el tiene alguna base objetiva para asegurar eso, porque las zonas industriales están decadentes.