En Venezuela sobran los feriados

“He decidido decretar día de júbilo nacional el miércoles 1 de febrero, día no laborable, para toda la clase obrera, los estudiantes y el pueblo”, dijo el pasado domingo el presidente Nicolás Maduro, en conmemoración al natalicio de Ezequiel Zamora. Un día más a la lista de feriados de Venezuela, son 16 durante el año, más de una quincena de trabajo que el empresario llora.
Gilberto Gudiño, presidente de la Unión Empresarial del Comercio y los Servicios del Estado Zulia (UCEZ), observa con preocupación tales decretos, pues ante la crisis que atraviesa el país, habría que buscar producir más, y por el contrario, observa un “divorcio” en función de lo que el Gobierno ve y lo que sucede en la calle.
“Realmente hay una desconexión con lo que sucede en el país, y lo que el factor político ve desde su cera, cuando el país cae en crisis como la que tenemos, que podemos decir que comienza a ser un lustro, es contraproducente no tanto por oficializar un día no laborable, más que todo por la crisis que vivimos que requiere que todos nos pongamos manos a la obra para sacar el país adelante”, manifiesta el representante del gremio empresarial en el Zulia.
Ana Laconcha, pequeña comerciante, asumirá el decreto y bajará su santamaría este miércoles. Cuenta que ha tenido una contracción del 60% en sus ventas, y prefiere cerrar sus puertas, que pagarle el día doble a los empleados, “es muy probable que por ser feriado no tenga muchas ventas, que de por sí han estado muy bajas, este tipo de medidas nos hacen mucho daños a los comerciantes”.
“Cada comercio tiene que analizar su caso y evaluar qué les resulta conveniente, si cerrar sus negocios o trabajar el feriado cediendo a los beneficios extras que hay que otorgarles a los empleados”, sugiere Amaya Briner, presidenta de la Cámara de Comercio de Maracaibo (CCM), “si es un comercio que ahorita está teniendo muy bajas ventas, imagino que evaluarán a ver si es preferible cerrar, depende del sector, pero ¿cómo cierras la industria?”, se pregunta.
Gudiño explica que para este miércoles, no habría forma de cuantificar las pérdidas ni en bolívares, ni el porcentaje, “pero en medio de esta crisis, cualquier pérdida, por más pequeña que sea, puede representar para un pequeño comercio una gran diferencia a final de mes”.
Critica que para el Gobierno “les parece de poco valor lo perdido por un día de trabajo, insignificante, pero para una familia puede representar al menos un plato lleno en la mesa”. “