May viaja a Ankara para impulsar las relaciones con Turquía luego del Brexit

La primera ministra británica, Theresa May, llegó este sábado a Ankara para reunirse con las autoridades turcas en un viaje destinado a impulsar las relaciones comerciales antes de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, una cita fijada al día siguiente de su reunión con Donald Trump en Washington.
May se reunirá con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y con su homólogo Binali Yildrim. La jefa de gobierno británica se diferencia así de los otros dirigentes de la UE poco dispuestos a viajar a Turquía debido a las importantes purgas impulsadas luego del golpe fallido del 15 de julio.
Como lo dicta la tradición, al llegar a Ankara May se dirigió primero al mausoleo de Ataturk para depositar una corona de flores y antes de dirigirse al palacio presidencial.
Esta visita se produce al día siguiente de un viaje a Washington que la convirtió en la primera dirigente extranjera en ser recibida en la Casa Blanca por el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump.
Turquía, oficialmente candidato a ingresar en la UE desde los años 1980, siempre recibió el apoco de Londres.
Pero el referéndum sobre el Brexit de junio privó a Ankara de su aliado en los asuntos europeos y los dos países intentan dar a la relación una nueva dinámica fuera del marco de la Unión Europea.
Londres busca cerrar acuerdos comerciales reforzados, consecuencia de su futura salida del Reino Unido de la UE y del mercado único europeo.
El viernes, una de los portavoz de la primera ministra indicó que el refuerzo de la cooperación en materia de seguridad y la estructuración de nuevas relaciones comerciales dominarían esta visita.
Según el ministerio de Relaciones Exteriores turco, los intercambios comerciales bilaterales ascendieron a más de 16.000 millones de dólares en 2015.
- 'Ningún tema' tabú -
Del lado turco, las relaciones con la Unión Europea cambiaron luego del golpe de Estado fallido del verano pasado. En Bruselas desaprueban las importantes purgas que le siguieron.
Por el contrario, Ankara estima que la UE no mostró suficiente solidaridad en ese momento.
Pero la vocera de May aseguró que "no hay ningún tema" que sea tabú para la jefa de gobierno. "Hay ciertos temas (...) en los que es importante intercambiar con Turquía", agregó.
En Gran Bretaña, algunos diputados pidieron a Theresa May que su voluntad de promover el comercio no opaque las inquietudes relacionadas al tema del respeto de los derechos humanos por los dirigentes turcos.
"El gobierno conservador del Brexit está tan desesperado por concluir acuerdos comerciales con otros países que no sean las democracias adultas de la UE, que incluso los gobernantes más desagradables tienen derecho a los encantos de la primera ministra", ironizó la diputada liberal demócrata, Sarah Olney, en el diario The Guardian.
El PEN International, la asociación de escritores que defiende la libertad de expresión, llamó a May a que evoque los "graves abusos" cometidos, según él, en el marco del estado de emergencia instaurado desde el golpe fallido.