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Robo animal: la nueva extorsión en Maracaibo

De una camioneta Explorer Eddie Bauer 4x4, color azul, placa AD461RA, descendió un hombre alto y de tez morena, en su mano empuñaba un revólver, con este apuntó a Oriana, dueña de Pacho, un Pug color gris y hocico negro. Con lenguaje soez y tono amenazador le exigió que entregaran al animal, quien vestía un traje naranja y estaba sujeto de un arnés de camuflaje.

 “Chamo, cómo me vas a contactar si el perrito no tiene placa, llévate mi teléfono no te me lleves al perro”, le gritó Oriana al asaltante, quien velozmente se montó de copiloto en el vehículo y emprendió la huida, la mujer aún cargaba su celular, anillo de oro blanco y documentos.

El asalto a mano armada se cometió frente a una tienda de abastecimiento de la zona, a sus dueños no les pidieron pertenencias. No iban por objetos de valor ni dinero, la tarde del martes el perrito era el objetivo.

La familia Paz, ante su incertidumbre, colocó la denuncia de lo sucedido ante la Policía Municipal de Maracaibo. Los uniformados al ver la tristeza de los dueños del canino, iniciaron sus investigaciones para dar con su paradero. Tres días más tarde, la Dirección de Inteligencia y Estrategias Preventivas (DIEP), logró dar con la ubicación de Pacho. Al pequeño Pug lo hallaron, el pasado jueves, en la tarde, en una residencia abandonada, detrás de Ruedas Darío, en el sector Los Olivos. Lo tenían amarrado a una reja.

La nueva modalidad de secuestro y extorsión es con animales, tal parece que los delincuentes ya no se conforman con vehículos ni cuotas salariales. En la capital marabina se están robando a las mascotas, con preferencia de linaje puro, para luego pedir dinero a cambio de su liberación.

Valoración canina

El costo de un cachorro Pug está estimado en 150 mil bolívares en tiendas de mascotas, así lo afirman los conocedores en materia animal. Los antisociales han adoptado esta modalidad donde raptan a los consentidos de la casa y los mantienen en cautiverio, a la espera de que sus dueños se desesperen y logren acceder a la suma de dinero acordada. Doris Rubio, presidenta de Asodepa, menciona que actualmente se pueden manejar dos hipótesis referentes a este delito que está tomando auge en la ciudad; el que tiene más fuerza es la exigencia de pedir dinero a cambio de entregar la mascota a sus dueños, el otro motivo sería la reproducción masiva del animal. “Una de las opciones por la que se están llevando a los animales de raza es para la posible reproducción masiva del cachorro, el costo varía según la raza”, puntualizó Rubio.

Las fuentes policiales consultadas no niegan que el procedimiento delictivo esté ocurriendo y tomando fuerza, pero igual sucede cuando raptan a una persona, hasta que no se realice la denuncia formal, las autoridades no pueden tomar cartas en el asunto y los extorsionadores continúan buscando victimas.

Un agente policial hizo énfasis en que los espacios en solitario y a altas horas de la noche suelen ser los predilectos para los aprovechadores. Este escenario se refleja cuando los adultos quieren realizar algún tipo de deporte y sacar a pasear al animal, “los asaltantes juegan con el dolor ajeno, realizan un estudio previo de las posibles víctimas y se mantienen al asecho hasta obtener lo que quieren. Las personas deben estar atentas al momento de sacar a sus canes, y evitar transitar en parques pocos frecuentados”, agregó la fuente.

Sin recompensa

Mayli Quintero salió de su casa el 1 de enero, en horas de la tarde, y dejó a su perrita Mady en el callejón de la casa, a su regreso a la media noche, notó la ausencia de su mascota, a quien crió desde cachorra, cuando llegó a casa por primera vez en el 2008. “Sabíamos que la dejamos en casa, encerrada, el portón tenía candado, no pudo salirse”, expresó con hincapié la joven, que aseguró que sus vecinos notaron a dos hombres rondando la casa con una bolsa negra. Mayli llenó la zona con panfletos en locales del sector, pero no hizo referencia de pagar alguna recompensa.

El rostro de Mady estaba por todo el sector La Fusta, el día 4 los vecinos reconocieron a la perra y le informaron que estaba en una cañada. Nunca sonó el teléfono, nadie se enriqueció del robo. Se presume que los antisociales al saber que no habría recompensa por la perrita, la abandonarían en una cañada cerca de casa.

El constante hurto de cachorros en la zona sur de la ciudad está dando de qué hablar, no siempre llaman para pedir rescate, el silencio y la tristeza de quienes perdieron a sus eles amigos se incrementa.

Tal es el caso de Esthefany Villasmil, residente de la urbanización San Francisco. Dos desconocidos ingresaron en la vivienda el pasado 30 de diciembre, en horas de la noche ,y sin piedad se robaron a Lea, una cachorra de Pitbull que estaba jugando en el frente. Hasta hoy, Villasmil no sabe nada de su amiga de cuatro patas.

El 1 de enero, Roco, cachorro de Pitbull también fue hurtado de su hogar. Antisociales entraron a la casa en La Coromoto y se llevaron consigo al perro, el silencio en el patio no causó temor, hasta que sus dueños se percataron de lo ocurrido. Estos ya no esperan la llamada que confirme que hay posibilidades de que el canino regrese a su morada.

 

 

 

 

 

 

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