Convivir en paz, por Dr. Ángel Rafael Lombardi Boscán

Una parte de las oposiciones ha vuelto a ceder. Partidos emblemáticos como PJ, UNT y AD logran cuadrar con el régimen un “acuerdo” que solo favorece al status quo, es decir, al PSUV que hoy gobierna al margen de la Constitución.
La ciudadanía solo aspira a vivir en paz, aunque para ello no le es su ciente una declaración de buenos propósitos: necesita hechos. Los venezolanos tenemos ya 18 años cediendo a una voluntad de poder contraria a respetar la institucionalidad inherente a un sistema democrático plural y alternativo. El régimen vuelve a ganar tiempo, a oxigenarse, mientras que la ciudadanía sigue viviendo un calvario infernal alrededor de rutinas cotidianas donde cunde la desesperanza.
El “diálogo” terminó siendo una especie de capitulación vergonzosa, el reconocimiento tácito de que la democracia se encuentra abolida. Los políticos de circunstancia, auténticos amateurs, vuelven a traicionar las expectativas de cambio que hoy se hacen presente en la población, cansada de padecer el actual infortunio y que siente un atascamiento vital que le ha llevado a desconfiar del futuro.
El pueblo opositor y algunos partidos como VP, ABP y VV, incluso, la disidencia del PSUV como Marea Socialista, rechazan esta farsa. Hasta el Cardenal Urosa ha sostenido que bloquear el referendo e impedir las elecciones es clausurar la solución a esta crisis terminal. Además, como sostiene Monseñor Ovidio Pérez Morales: “En siglos pasados se negociaban en nuestras tierras esclavos africanos, hoy se negocian presos políticos. Mercancía humana”. ¿A quién se le ocurre ir a negociar y acordar con tú carcelero sí primero no te ha dejado libre? Obras son amores dicen por ahí. Luego de liberar a todos los presos políticos y de conciencia, establecer sin objeciones la fecha del referendo para revocar al actual Presidente y restituir la Constitución, es posible plantear, no un diálogo entre élites, sino un gran acuerdo nacional que relance el proyecto de país y deje atrás el desasosiego actual.
La ciudadanía necesita de líderes históricos y “desinteresados” con estatura de estadistas. Ya vamos a cumplir un año en que otorgamos a la Asamblea Nacional la tarea de recuperar la democracia, y esta, aún no ha sabido corresponder a ese mandato. Seriedad y coherencia le solicitamos, y no este andar y desandar que lo que ha hecho es acumular nuevas y mayores frustraciones en el pueblo. Lo más dañino de esta “paz” es haber desmovilizado y desmoralizado a la ciudadanía que haciendo uso de su derecho a protestar en las calles tenía en jaque a la actual oligarquía socialista en el poder.
“Nos comprometemos, además, de forma solemne a que nuestras diferencias políticas solo tengan una respuesta en el estricto marco constitucional: un camino democrático, pací co y electoral”. Esta es la parte medular del documento “Convivir en Paz”, firmado por una parte de la MUD y el Gobierno y bajo los auspicios del Vaticano y los “presidentes amigos”. Claro, sin referendo este año 2016, con un TSJ y CNE parcializados y una Asamblea Nacional inesperadamente amansada y dócil. Solo que esta “paz” le conviene a quienes hoy detentan el poder y mantienen el país en ruinas.