A los gaiteros en su día, por Judith Aular de Durán

Ayer como todos los años, se conmemoró, en nuestro estado, el Día del Gaitero, efeméride instaurada en 1983 para recordar la partida física del “Monumental de la Gaita”, Ricardo Aguirre González.
El 8 de noviembre de 1969, Aguirre falleció en un accidente de tránsito, en el sector Veritas, de la capital zuliana, cuando apenas tenía 30 años y se encontraba en plena cúspide de su carrera musical.
“El monumental” escribió numerosas y exitosas gaitas, entre las que destaca “La Grey Zuliana”, que a 47 años después de su muerte, no ha dejado de sonar año tras año, debido a su potente voz, carismática interpretación y francas letras, que lo han colocado en un altar, como ícono de la música no solo zuliana sino nacional.
Y es que sin duda, la creación popular es la fuerza que enriquece a los pueblos y LUZ no puede mantenerse al margen de ese maravilloso proceso. La gaita es un campo de estudio inmenso e intrincado, con muchos caudales y fuentes de saber producto de las múltiples mezclas que la ampliaron y la hicieron más valiosa y diversa.
Desde los cánticos religiosos que trajeron los colonizadores, sumando la huella de los tambores africanos, sembrados en el Sur del Lago, y las influencias de otras culturas que llegaron a la Ciudad Puerto y se confundieron en sus calles ardientes y coloridas.
Esa amalgama de culturas, de creencias, de sentimientos, convocados en una expresión musical, es la descripción más clara de nuestro pueblo; de versos y estribillos que cantan la historia secular de alegrías, pesares, vivencias y añoranzas.
La Universidad jamás será ajena a esta celebración cultural, porque la gaita forma parte de su historia y ha sido vehículo para expresar el júbilo de la esta de la ciencia, del canto a los estudiantes, a los trabajadores y a la labor hermosa de la enseñanza.
Para muestra, desde nuestras aulas y bajo la tutela del maestro y profesor universitario, Víctor Hugo Márquez, se dicta la Cátedra Libre de la Gaita Zuliana, espacio académico-cultural necesario para transmitir, renovar y multiplicar la riqueza de nuestra máxima expresión musical, con el apoyo de valiosos exponentes y promotores.
Extiendo mis felicitaciones a nombre de toda la comunidad universitaria para todos los gaiteros, exponentes de ese ritmo pascuero que nos acompaña y retumba con fuerza cuando el año está llegando a su ocaso.