Ley de presupuestos de Trump golpea remesas y abre puertas a nuevas oleadas de irregulares

Firmada la semana pasada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la Ley de presupuestos podría traer un revés en la economía del país norteamericano y, de manera indirecta, impulsar un aumento en la migración irregular. La medida genera un impuesto del 1 % sobre las remesas a cualquier parte del mundo.
En un análisis reciente, hecho por el Instituto para el Desarrollo en el Exterior (ODI), un centro de análisis con sede en Londres, y publicado por Univisión, indicó que al aumentar los obstáculos para el envío de remesas de Estados Unidos al extranjero, quienes dependen de ese dinero podría recurrir a la migración.
“Una posible disminución de las remesas debido a los impuestos podría aumentar la intención de migrar, teniendo el efecto opuesto a la agenda migratoria de Trump”, dijo en su análisis.
Además de generar un incentivo a la migración desde los países receptores, los inmigrantes en Estados Unidos podrían recurrir a vías informales para enviar el dinero, dejándolos expuestos a fraudes y robos.
De acuerdo con datos del Banco Mundial, los mayores receptores de remesas desde EE. UU. son India, México y China. Las remesas enviadas a los países de origen en 2023 totalizaron alrededor de 656 mil millones de dólares, equivalente al producto interno bruto de Bélgica, según el organismo.
También serán impactadas negativamente India, Filipinas, China y países de América Latina y el Caribe como Guatemala, República Dominicana y El Salvador.
“El costo de las remesas ha sido desde hace tiempo un tema de interés político global debido a su significativo impacto en las familias”, sostuvo el organismo.
Además, investigaciones de ODI indican que las remesas familiares tienden a tener un mayor impacto en la reducción de la pobreza que otros flujos de efectivo, como las transferencias de efectivo.
“Se proyecta que los países centroamericanos sufrirán la mayor pérdida en relación con su Producto Interno Bruto (PIB), y que El Salvador, un aliado cercano de la administración Trump, perderá el equivalente al 0.6 por ciento del PIB”, advirtió el organismo.
Helen Dempster, experta en migración del Centro para el Desarrollo Global, con sede en Londres, dijo al medio Quartz que el impuesto podría resultar en mayor migración a Estados Unidos.
“Si las familias no pueden cubrir esos costos porque las remesas ya no fluyen, tendrán que buscar otras maneras de ganarse la vida”, afirmó. “Eso podría incluir fomentar una mayor migración a largo plazo”.
Alan Viard, investigador principal y experto económico del American Enterprise Institute, aseguró que “si esto tiene algún efecto, fácilmente podría ir en la dirección opuesta a lo que (los republicanos) esperan”, dijo al mismo medio
El impuesto será aplicable a unos 23 millones de inmigrantes con permisos de residencia permanente en Estados Unidos, 14 millones con visa de no inmigrante y a unos 12 millones sin estatus migratorio legal, de acuerdo con ODI.
La organización dijo que aunque inicialmente se había contemplado que el impuesto sería aplicable sólo a “no ciudadanos”, ahora el gravemente será aplicado a todos aquellos que envíen dinero en efectivo.
“Esto se sumará al 6 % aproximadamente que los migrantes ya pagan como tarifas a los proveedores de servicios de remesas (como Western Union o MoneyGram), bancos y aplicaciones de transferencia de dinero”, explicó ODI. “Es probable que esto provoque una caída de las remesas de aproximadamente el 1.6 %”, alertó el organismo.
Afirman que esta aprobación significa que el impuesto a las remesas se aplicará a las transferencias realizadas a partir del 1 de enero de 2026.
De acuerdo con ODI, contrario al objetivo de Trump y los republicanos, el impuesto “podría debilitar la economía estadounidense”.
“Se estima que los ingresos generados por el impuesto propuesto rondarían los 10 mil millones de dólares en los próximos 10 años, lo que equivale a menos del 0.1 % del presupuesto nacional”, dijo el organismo.
ODI sostuvo que una reducción en el flujo de remesas a través de canales formales, “sumada a un aumento de los requisitos regulatorios para los proveedores de servicios de remesas, afectaría negativamente la rentabilidad y la competitividad de las empresas”.
“Perjudicando los intereses económicos estadounidenses en general. De igual manera, si los migrantes tienen que pagar más por enviar remesas, el excedente que retienen será menor, lo que reducirá su demanda de bienes y servicios y ralentizará el crecimiento económico”, alertó ODI.