"El anhelo del reencuentro": Marabinos sueñan con volver a abrazar a sus familiares migrantes

La diáspora venezolana dejó miles de hogares fragmentados. Ante este panorama, el equipo periodístico de Versión Final salió a las calles de Maracaibo para conversar con los ciudadanos sobre un tema cargado de emoción, "el reencuentro con familiares que están en el exterior", y en cada entrevista quedó reflejado el profundo anhelo de volver a abrazar a quienes partieron.
José Uzcátegui expresó con nostalgia “me daría mucha felicidad que se vengan. Si algún familiar de los que uno quiere y ama vuelve, uno se siente muy feliz”.
Sus hijos, hermanos y otros parientes llevan años fuera del país. “Se fueron no porque quisieron, sino porque el hambre los obligó. Lo que pasa es que los que nos quedamos, por las leyes que rigen el universo, conseguimos ‘alguito’. Pero ellos se fueron porque estaban pasando hambre”, añadió Uzcátegui.
Hugo Paz también compartió su historia. Su hija tiene ocho años viviendo en Nueva York, Estados Unidos.
Ella no va a regresar, pero en algún momento yo espero poder visitarla. La felicidad de ella es mi felicidad, y si quiere volver, bienvenida sea. Pero no me voy a enrollar con eso. Ella ya está acostumbrada a otra sociedad, y aquí las cosas no fluyen como deberían”, comentó con serenidad.
Ausencias que duelen, reencuentros que se esperan
Una ciudadana marabina declaró que lleva casi dos años sin ver a su esposo, hijas y nietos.
El día que vuelvan sería muy feliz. Anhelo estar con ellos. Compartir en familia, hablar de lo que hemos vivido y de lo que nos hemos perdido”, dijo emocionada.
José Niño, por su parte, relató entre sentimientos encontrados: “Tengo un hijo y un hermano fuera del país".
El desprendimiento fue horrible. Todos los días me levanto con la firme convicción de que él va a volver, que esto va a cambiar y que nos vamos a reunir de nuevo. Es una relación muy bonita. Él está en Chile desde hace tres años”, expresó el marabino.
Otra encuestada manifestó que tiene dos hijas y tres hermanos fuera del país desde hace varios años.
Después de tanto tiempo, sería una emoción muy grande volver a verlos. Espero que Dios disponga ese reencuentro”, afirmó.
Un sueño que no se apaga
Romi Valderrama, otra de las encuestadas, describió cómo imagina ese día tan esperado y anhelado por ellas y sus seres queridos.
El reencuentro sería maravilloso, como un sueño cumplido. Mis cuatro hijas y tres nietos están fuera del país desde el 2017, en Colombia y España”.
Estos testimonios reflejan una verdad compartida por millones de venezolanos. El desarraigo no apaga el amor familiar. Cada palabra, cada mirada, es un recordatorio de que, a pesar de la distancia y las dificultades, el corazón sigue latiendo con la esperanza del regreso.