En un 35 % cae exportación de petróleo venezolano a EE. UU. tras cese de Chevron

La noche del 27 de mayo marcó un punto de quiebre en la relación energética entre Venezuela y Estados Unidos. Ese día se hizo efectiva la cancelación de la Licencia General 41, el permiso que desde hacía años había permitido a Chevron, la última gran petrolera estadounidense en suelo venezolano, mantener operaciones en el país. Fue el cierre de un capítulo que se venía escribiendo desde mucho antes.
Aunque originalmente la orden de cesar operaciones debía cumplirse el 3 de abril, la administración de Donald Trump —que ha endurecido su discurso y acciones contra el Gobierno de Nicolás Maduro— concedió una prórroga de casi dos meses. No fue un gesto de conciliación, sino una estrategia para garantizar una retirada ordenada. Pero sus efectos se sintieron de inmediato: desde abril, las exportaciones de petróleo venezolano hacia EE. UU. comenzaron a desplomarse.
Los datos más recientes de la Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés), publicados este lunes, confirman el retroceso. En marzo, Venezuela envió 8,1 millones de barriles de crudo a Estados Unidos. Para abril, la cifra había caído a 5,3 millones. En apenas un mes, la reducción fue del 35,2 %, es decir, 2,8 millones de barriles menos, reporta el periodista especializado en Economía, José Gregorio Martínez, para Panam Post.
Pero el golpe es aún más severo cuando se compara con los niveles de enero, cuando las exportaciones superaban los nueve millones de barriles. O con diciembre del año pasado, cuando todavía se mantenían estables. Los 5,3 millones de barriles de abril representan el volumen mensual más bajo desde febrero de 2024, cuando el flujo cayó a apenas 4,1 millones.
Así, Trump comienza a cumplir su promesa de “asfixiar económicamente” al Ejecutivo chavista, utilizando el petróleo como herramienta de presión. Y es que el aporte de Chevron no era menor: desde que el gobierno de Joe Biden alivió parcialmente las sanciones, la producción petrolera venezolana había rebasado nuevamente el millón de barriles diarios. Antes del alivio, esa cifra apenas rondaba los 650.000. Chevron representaba por sí sola poco más de una cuarta parte de esa producción.
Aranceles para país que compre petróleo o gas venezolano
El retiro de la petrolera estadounidense no solo anticipa un nuevo desplome en las exportaciones, sino también en la producción interna. Venezuela, que antes del chavismo superaba los tres millones de barriles por día, ve ahora cómo su endeble recuperación se tambalea otra vez.
Y la presión no termina ahí. Desde el 2 de abril está en vigor un nuevo arancel secundario del 25 % que Estados Unidos impone a cualquier país que decida comprar petróleo o gas venezolano. A esto se suma un gravamen “recíproco” adicional. La señal es clara: Washington quiere disuadir cualquier intento de eludir sus sanciones, incluso por parte de los compradores asiáticos que en los últimos años han ayudado a Pdvsa a sortear el cerco.
El gobierno de Maduro enfrenta ahora el reto de reorientar el petróleo que Chevron extraía y comercializaba hacia mercados dispuestos a asumir el riesgo de una sanción. Pero con la red de evasión bajo escrutinio y la amenaza arancelaria en marcha, hasta los aliados más pragmáticos están comenzando a pensarlo dos veces.
La jugada de Trump no solo cierra una vía de ingresos para Caracas, también redefine las reglas del juego para quienes siguen mirando a Venezuela como una fuente energética viable. En este nuevo tablero, cada barril se ha vuelto más político que nunca, agrega Panam Post.
La situación "empeora"
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, se refirió a la situación económica venezolana, que a su juicio "empeora", tras el cese de operaciones de Chevron.
Los venezolanos notan el impacto de esta decisión que ha contribuido a la inflación", afirmó el Alto Comisionado el pasado viernes 27 de junio, al presentar el informe sobre la situación de los DD. HH. en Venezuela, así como el contexto político, económico y social del país.
También Türk mencionó el caso del salario mínimo en Venezuela, congelado desde marzo de 2022 en Bs. 130, el equivalente a 1,21 dólares al cambio actual por el BCV.
Eso solo representa "la mitad de una caja de huevos", zanjó el comisionado durante la presentación del informe.