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Migrantes indocumentados en EE. UU. enfrentarán multas millonarias si no se autodeportan

Las autoridades estaban obligadas a notificar con al menos 30 días de antelación a los migrantes antes de aplicar cualquier multa. La medida aplicará a personas que hayan ingresado ilegalmente a Estados Unidos. Las multas oscilarán entre $100 y $500 por entrada o intento de entrada ilegal al país

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos anunció este viernes la entrada en vigor de una nueva regla federal que facilitará la imposición de multas a migrantes indocumentados. La medida, elaborada en conjunto con el Departamento de Justicia, busca agilizar y endurecer el proceso sancionatorio contra quienes violen las leyes migratorias del país.

Con la normativa anterior, las autoridades estaban obligadas a notificar con al menos 30 días de antelación a los migrantes antes de aplicar cualquier multa. Sin embargo, la nueva disposición elimina ese plazo de aviso previo y permitirá a los agentes enviar las sanciones directamente por correo ordinario. Además, se reduce el tiempo disponible para apelar las penalidades.

La ley no se hace cumplir sola; debe haber consecuencias por desobedecerla”, señaló Tricia McLaughlin, secretaria adjunta de Seguridad Nacional, en un comunicado difundido en el portal del DHS. A su juicio, las nuevas sanciones económicas representan un incentivo adicional para que los migrantes indocumentados utilicen la aplicación CBP Home y se acojan voluntariamente al retorno. “Deberían autodeportarse ahora, antes de que sea demasiado tarde”, advirtió.

La medida aplicará a personas que hayan ingresado ilegalmente a Estados Unidos, que hayan desobedecido órdenes de expulsión o que no hayan cumplido con acuerdos judiciales relacionados con su salida voluntaria.

Las multas oscilarán entre $100 y $500 por entrada o intento de entrada ilegal al país; de $1.992 a $9.970 por incumplir una orden de salida voluntaria; y hasta $998 por cada día de retraso en la ejecución de una orden de deportación, según detalló el DHS.

La nueva norma refuerza la política migratoria de línea dura impulsada por la administración del expresidente Donald Trump, que ha resurgido como parte de los planes del Partido Republicano en su enfoque hacia la migración irregulares.

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