Trump deja abierta la posibilidad de una ofensiva militar contra Irán: "Puede que lo haga"

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no descartó este miércoles una posible intervención militar contra Irán, en un contexto de creciente tensión en Medio Oriente tras los recientes ataques israelíes.
En declaraciones desde la Casa Blanca, el mandatario lanzó un mensaje ambiguo que alimentó la incertidumbre internacional: “Puede que lo haga. Puede que no lo haga. Nadie sabe lo que voy a hacer”.
El comentario se produjo en medio de las especulaciones sobre el papel que jugará Washington en el conflicto abierto entre Israel e Irán. Trump reveló además que había ofrecido a Teherán un plazo de 60 días para renegociar un nuevo acuerdo nuclear. Sin embargo, aseguró que, una vez expirado ese lapso, Israel inició ataques sobre instalaciones de enriquecimiento de uranio.
“Irán tiene muchos problemas y quiere negociar. ¿Por qué no negociaron conmigo hace dos semanas? Podrían haberlo hecho bien. Habrían tenido un país. Es muy triste ver esto”, lamentó el presidente estadounidense, insinuando que aún habría una oportunidad diplomática si el régimen iraní da señales de flexibilidad.
Horas antes, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Khamenei, respondió con firmeza a las declaraciones de Trump, quien el martes había pedido en redes sociales una “rendición incondicional” de Teherán. En un mensaje televisado, Khamenei rechazó lo que calificó de "declaración inaceptable" y advirtió: “Las amenazas no afectarán el pensamiento ni el comportamiento de la nación iraní”.
“Primero amenace a quienes temen ser amenazados”, ironizó el líder religioso, en su segunda aparición pública desde el inicio de la escalada con Israel. Reiteró que Irán no cederá a la presión estadounidense y advirtió que “cualquier intervención militar de Estados Unidos causará daños irreparables”.
Aunque Washington no ha participado directamente en los ataques, sí ha reforzado su despliegue militar en la región con el envío de aviones de combate y buques de guerra. Trump, fiel a su estilo, mantiene el suspenso y prefiere jugar al desconcierto.