Informe revela que 50 de 238 venezolanos en El Salvador eran migrantes legales en EE. UU.

Una investigación revelada este lunes por el Instituto Cato expone que, del grupo de venezolanos deportados de Estados Unidos al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) de El Salvador hay al menos 50 connacionales que ingresaron legalmente al país norteamericano.
A mediados de marzo, EE.UU. decidió trasladar a más de 230 migrantes, en su mayoría venezolanos, al Cecot, una cárcel salvadoreña de máxima seguridad notoria por las denuncias de abusos a los derechos humanos, citó la agencia EFE.
Contrario a las declaraciones de voceros de la Casa Blanca, desde donde afirman que se trata de un”extranjeros ilegales”, el
informe de Cato encontró que, de los 90 inmigrantes de los que se conoce el método de cruce, 50 hombres informaron que ingresaron legalmente a Estados Unidos, con permiso previo del Ejecutivo estadounidense.
El número podría ser mayor ya que no se ha podido analizar todos los casos, debido en gran parte a la negativa del Gobierno de Trump de revelar la información sobre los inmigrantes encarcelados en el Cecot.
Estos migrantes legales incluyen a un titular de visa temporal y cuatro hombres que fueron autorizados a viajar a través del programa de refugiados de Estados Unidos.
En el caso de los refugiados, el Gobierno investigó a estos extranjeros y concluyó que enfrentarían persecución en su país, permitiéndoles reasentarse en Estados Unidos.
Los otros 45 legales programaron citas a través de CBP One, aplicación de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, a través de la cual se les permitió solicitar la entrada. Trump eliminó la aplicación a pocos días de llegar a la Presidencia.
Entre quienes tenían cita, 24 obtuvieron libertad condicional en Estados Unidos, donde pudieron vivir y trabajar legalmente hasta por dos años, mientras que los otros 21 fueron detenidos en el puerto de entrada para presentar sus casos.
El informe resalta que estos 50 inmigrantes venezolanos "no violaron" ninguna ley migratoria estadounidense, pero la administración de Trump "los despachó sin el debido proceso y los envió a una prisión extranjera".
El presidente republicano invocó una ley de 1789, conocida como la Ley de Enemigos Extranjeros, para justificar las expulsiones de los migrantes venezolanos.
El uso por parte del Gobierno estadounidense de esta ley, invocada en el pasado en tiempos de guerra, ha provocado una ola de críticas por parte de la oposición demócrata y de expertos juristas que hablan ya de una crisis constitucional.