Papa León XIV inició su pontificado con multitudinaria misa en la Plaza San Pedro

León XIV, el primer papa estadounidense de la historia, condenó la explotación de los pobres e hizo un llamado a la unidad de la Iglesia durante su misa inaugural en la Plaza de San Pedro, un acto al que asistieron líderes mundiales, miembros de la realeza y decenas de miles de creyentes.
El pontífice número 267 llegó al Vaticano en el papamóvil y fue recibido con vítores de la enorme multitud mientras recorría la Plaza de San Pedro en el vehículo motorizado especialmente diseñado. Alrededor de 100 mil personas se congregaron al comienzo de la misa, según las autoridades.
Durante su recorrido en el papamóvil, se vio al papa León XIV detenerse brevemente y besar a un niño, citó CNN.
Los cánticos de “Viva el papa” se repitieron varias veces, y hubo gritos de alegría y fuertes aplausos cuando el pontífice entró en la plaza de San Pedro para el inicio de la misa.
Entre los asistentes a la liturgia de dos horas de duración están el vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance, el secretario de Estado Marco Rubio, y el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, a quienes se vio estrecharse la mano antes del comienzo del servicio. Más tarde, el domingo, León se reunió con Zelensky en el Vaticano.
También estuvo presente la presidenta de Perú, Dina Boluarte, líder del país donde el papa sirvió como misionero y obispo durante varias décadas.
Estuvieron representados países de todo el mundo y el Vaticano recibió delegados de más de 150 naciones.
En su homilía —un momento clave en el servicio para que el nuevo papa señale sus prioridades—, León XIV dijo que en la Iglesia católica no hay lugar para la “propaganda religiosa” o los juegos de poder, y en su lugar hizo un llamado a la unidad, una posible referencia a las divisiones entre reformistas y conservadores que se agudizaron bajo el mandato de su predecesor Francisco.
León XIV también condenó un sistema económico que explota “los recursos de la Tierra y margina a los más pobres”.
El pontífice replicó la humildad de Francisco, al decir que no fue elegido para el papel de jefe de la Iglesia católica por méritos propios y que, en cambio, lo asume como un hermano, que desea ser servidor de su fe y de su alegría”.
Al final de la misa, León XIV pidió una “paz justa y duradera” en Ucrania y ofreció oraciones por Gaza, donde “niños, familias, ancianos y supervivientes están reducidos al hambre”.