Venezuela figura entre los países con mayor escasez de personal médico, según la OPS

Un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) revela que al menos 14 países de los 39 que conforman la organización, incluyendo Venezuela, no tienen suficientes médicos, enfermeras y parteras para atender a su población.
El estudio titulado “La fuerza de trabajo en salud en las Américas: datos e indicadores regionales” advierte que, si no se toman medidas inmediatas, en 2030 las Américas podrían enfrentar un déficit de entre 600.000 y 2 millones de trabajadores de salud, lo que pondría en riesgo el acceso universal a la atención médica.
Aunque en promedio hay 66,57 profesionales de la salud por cada 10.000 habitantes en los países de la OPS, muy por encima del umbral de 44,5 establecido por la OMS, existen grandes desigualdades. Países como Haití y Honduras tienen solo 6,38 y 7,13 trabajadores sanitarios por cada 10.000 personas, respectivamente. En contraste, Cuba y Estados Unidos casi cuadruplican esa meta, mientras que Nicaragua no alcanza ni la mitad del umbral recomendado.
Otros países que enfrentan déficit en personal de salud incluyen Bolivia, Jamaica, Belice, Guatemala, Venezuela, Colombia, Perú, República Dominicana, Surinam y varios más. Factores como la limitada capacidad de formación, el envejecimiento de la fuerza laboral, la migración (especialmente en el Caribe) y la distribución desigual agravan aún más la situación.
Jarbas Barbosa, director de la OPS, destacó que “el personal de salud es la columna vertebral de nuestros sistemas sanitarios; sin ellos, no es posible garantizar el acceso ni la cobertura universal”. Además, enfatizó que los datos del informe deben guiar las inversiones en formación, condiciones laborales y distribución del personal para lograr sistemas de salud más justos y resilientes.
El estudio analizó ocho ocupaciones clave en salud: medicina, enfermería, partería, odontología, farmacia, fisioterapia, psicología y trabajadores comunitarios. Los expertos concluyen que, sin inversiones estratégicas en estos ámbitos, será difícil avanzar hacia sistemas de salud verdaderamente universales y equitativos.
Barbosa finalizó diciendo que el desafío no es solo contar con más profesionales, sino asegurarse de que estén donde más se necesitan y con las capacidades adecuadas para responder a las demandas de la población.