Petrolera Repsol había advertido hace cinco días un fallo en suministro de refinería

Luego de que España sufriera uno de los mayores apagones de su historia este lunes, se conoció que la petrolera Repsol había activado hace cinco días una cláusula de "fuerza mayor" para suspender las entregas de producto desde su refinería de Cartagena tras un fuerte fallo eléctrico registrado el pasado 22 de abril.
Según reveló El Mundo, el incidente fue provocado por un problema externo a la planta, que obligó a detener sus operaciones para proteger la infraestructura, siguiendo los protocolos de seguridad que se activan ante desajustes severos en el sistema eléctrico.
El apagón que afectó a España, Portugal y otros puntos de Europa este lunes guarda similitudes con lo ocurrido la semana pasada. Según explicó Red Eléctrica, la causa del apagón fue un desfase crítico entre oferta y demanda provocado por una pérdida súbita de generación que no pudo ser amortiguada, resultando en un colapso total del sistema eléctrico a partir de las 12:30 horas.
A esa misma hora se detectaron severas oscilaciones de tensión que dispararon las alarmas en todo el país, dejando a millones de personas sin luz durante horas.
El episodio de la refinería se enmarca en una tendencia preocupante que ha emergido en el sistema eléctrico español: el creciente desajuste entre producción y consumo derivado del exceso de generación renovable, especialmente solar, durante las horas de máxima radiación.
La falta de flexibilidad del sistema, acentuada por la alta penetración de energías no gestionables como la eólica y la fotovoltaica, complica el equilibrio permanente entre oferta y demanda, fundamental para mantener la estabilidad de la red.
Desde el sector energético destacan que la activación de la cláusula de "fuerza mayor" en Repsol es un hecho extremadamente raro, que ocurre en situaciones excepcionales como catástrofes naturales o explosiones.
La débil conexión de la red ibérica con el resto de Europa y la sustitución progresiva de fuentes tradicionales como el gas y la nuclear sin suficientes mecanismos de respaldo, elevan el riesgo de inestabilidad, advierten expertos del sector.