OMS publica una nueva directriz para evitar el embarazo precoz

La Organización Mundial para la Salud (OMS) publicó el pasado 23 de abril una guía para prevenir el embarazo adolescente, con el propósito de abordar la principal causa de muerte a nivel mundial de niñas y jóvenes.
Una de las directrizes insta a actuar para poner fin a el matrimonio infantil, expandir la escolarización y mejorar el acceso a la información y servicios en materia de salud sexual y reproductiva, los cuales son uno de los principales factores importantes para reducir el embarzo precoz en las adolescentes.
Según la OMS, cada año cerca de 21 millones de adolescente quedan embarazadas en los países de bajo y mediano ingreso, de los cuales, más de la mitad son no deseados. El riesgo de un embarazo precoz conlleva a varias concecuecias en cuanto a la desconexión social, los niveles educativos, y las perspectiva de futuros empleos, que crean ciclos de pobreza intergeneracional que resultan difíciles de romper.
Asimismo, un embarzo precoz puede indicar graves riesgos en la salud, como las tasas más altas de infecciones y nacimientos prematuros, además de las complicaciones derivadas de abortos peligrosos, que se suman a las dificultades particulares para acceder a una atención segura y respetuosa.
"Los embarazos precoces pueden tener graves consecuencias físicas y psicológicas para las niñas y las mujeres jóvenes, y suelen reflejar desigualdades fundamentales que afectan a su capacidad de determinar cómo serán sus relaciones y sus vidas", señaló Pascale Allotey, Directora del Departamento de la OMS de Salud Sexual y Reproductiva
Las razones por las cuales surge el embarzo precoz pueden variar entre sí, entre ellas la desinformación, la imposibilidad de acceder a servicios de salud sexual y reproductiva, y la desigualdad de género son uno de los factores primordiales en estos casos. Sin embargo, existe una fuerte correlación con el matrimonio infantil, se estima que en los países de bajo y mediano ingreso nueve de cada 10 partos de madres adolescentes se observan en niñas que contrajeron matrimonio antes de los 18 años.
En las directrices planteadas por la organización, se recomienda realizar un esfuerzo general para mejorar la situación en lo que respecta a la educación, los ahorros y las perspectivas de empleo de las niñas y ofrecer así alternativas viables al matrimonio precoz, ya que según estimaciones, si las niñas culminan su educación secundaria, los matrimonios infantiles pueden reducirse hasta en dos tercios.
"El matrimonio precoz niega a las niñas su infancia y tiene graves consecuencias para su salud", señaló la Doctora. Sheri Bastien, Científica de Salud Sexual y Reproductiva de los Adolescentes de la OMS.
En caso de mayores riesgos, en la directriz se recomienda considerar la posibilidad de ofrecer incentivos que favorezcan la finalización de la educación secundaria, como ayudas financieras específicas o programas de becas. Así como también, el establecimiento de leyes que prohíban el matrimonio antes de los 18 años, en consonancia con las normas de derechos humanos, y la participación de la comunidad para prevenir esa práctica.
Entre las recomendaciones, también destacan la necesidad de promover que los adolescentes puedan acceder a servicios de salud sexual y reproductiva de alta calidad, que respondan a sus necesidades y ofrezcan opciones anticonceptivas