El diario plural del Zulia

Editorial | Refundar el Zulia (VI)

Los empresarios zulianos deben conocer el papel fundamental que este sector desempeñó en el crecimiento de la región.

El estado funcionaba porque los empresarios y los políticos cumplían sus roles sin interferencias, manteniendo un equilibrio basado en el respeto mutuo.

No existía subordinación de un sector al otro.

Había respeto.

Ni los políticos pretendían ser empresarios ni los empresarios, políticos.

Por ello, los dirigentes políticos de los años 60 hasta los 90 gozaron de mayor reconocimiento y prestigio social que de riqueza económica.

Se les respetaba y apreciaba, salvo contadas excepciones.

En los últimos 25 años, quienes han detentado el poder desde el Ejecutivo Regional, junto con otros funcionarios y representantes públicos, extendieron su rol de agentes del Estado al ámbito de los negocios. Desde ese comportamiento corrupto comenzó la decadencia del Zulia.

Hoy, más de la mitad de los alcaldes del estado están detenidos por presuntos vínculos con mafias del narcotráfico y manejos irregulares de fondos públicos, según las propias denuncias del Gobierno.

Es imprescindible exigir que se respete el debido proceso legal que garantiza la Constitución. A todos los venezolanos se les debe respetar este derecho, aunque no sea una práctica habitual de Miraflores.

Sin embargo, una cosa es la justicia real e imparcial y otra los escándalos que resultan imposibles de ocultar.

El mensaje para los jóvenes que hoy incursionan en la política es claro: deben tener conciencia de que la política es un servicio a la nación, no un negocio.

Ingresar en la política es una oportunidad de dejar huella en las mejores páginas de la historia a través de obras y acciones, no un trampolín para engordar cuentas bancarias y patrimonios personales.

Quien busca reconocimiento, que haga política con decencia.

Que sea un servidor de la gente.

Quien quiera hacerse millonario, que se dedique al sector privado y experimente el esfuerzo y la dedicación que requiere levantar una empresa.

En el Zulia aún hay espacio para configurar alianzas entre empresarios y construir consorcios que impulsen el desarrollo regional.

Nuestra petroquímica es un ejemplo de lo que fueron capaces de construir los empresarios cuando conformaron el “Grupo Zuliano”.

Esta es la historia del Zulia que interesa a este diario y la motivación detrás de esta serie de editoriales.

Hombres y mujeres zulianos, convertidos en empresarios auténticos, construyeron un tejido productivo único en Venezuela.

Nada que ver con las generaciones oportunistas y corruptas de hoy, cuya visión no va más allá de la “maraña”. Gestores de negocios oscuros y dineros turbios.

Aún recordamos “la vuelta”, el peor modelo en el que cayó una generación de jóvenes que no se esforzó por un trabajo digno ni se formó para la vida, sino para delinquir.

La política de las últimas tres décadas contribuyó a ello.

Hoy en día, los empresarios tienen una gran responsabilidad en la refundación del Zulia.

Es momento de recuperar la identidad emprendedora que nunca se doblegó ante el político de turno y que, gracias a su independencia, se ganó el respeto de la sociedad.

Tanto así, que terminaban siendo consultores en el diseño y la construcción de un Zulia próspero, sin más interés que el de impulsar la región.

Es urgente motivar a ciudadanos con valores para que asuman roles políticos y, entre todos, podamos recuperar el Zulia perdido.

Es hora de desenmascarar a los políticos del marketing millonario y sin impacto social.

No necesitamos cifras infladas de gestiones supuestamente exitosas cuando lo que realmente crece son los cinturones de miseria, el abandono y el robo del futuro.

Carlos Alaimo

Presidente-Editor

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