Nuevos reactores nucleares entran en escena y pueden resolver grandísimos problemas

Los avances en el desarrollo de reactores nucleares de fisión de cuarta generación están marcando una nueva etapa en la energía nuclear, con propuestas de diseños innovadores que distan de lo convencional. Los objetivos centrales para estas nuevas centrales nucleares están claramente definidos. En primer lugar, se busca alcanzar la máxima sostenibilidad posible, optimizando el uso del combustible para la producción de energía y minimizando la generación de residuos radiactivos. Además, se plantea que la gestión de esos residuos sea eficiente, así lo reporta hoy el portal especializado de tecnología Xataka.
El segundo requisito prioritario es el control de la inversión económica. La intención es que el coste de construcción y mantenimiento de estas instalaciones sea lo más bajo posible, equiparando así sus gastos a los de otras fuentes de energía, lo que a su vez reduciría el riesgo financiero asociado. El tercer requisito involucra asegurar que la seguridad y confiabilidad de los reactores sea alta, de modo que se minimice la posibilidad de incidentes en el núcleo del reactor. En caso de un accidente, no se deben requerir medidas de emergencia más allá de las instalaciones.
En septiembre de 2024, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) publicó un informe titulado "Energy, electricity and nuclear power estimates for the period up to 2050", donde analiza el futuro de la energía nuclear y su rol en los objetivos climáticos globales. El informe prevé que para el año 2050, la potencia nuclear a nivel mundial se multiplicará por 2,5.
Dentro de este contexto, los microrreactores, que se caracterizan por su tamaño compacto y modular, desempeñan un papel crucial. Aunque producen menos energía (habitualmente 50 megavatios o menos), pueden instalarse en ubicaciones remotas donde no es factible construir plantas nucleares tradicionales. Estos reactores ofrecen ventajas adicionales: su instalación es más rápida y sencilla, no requieren sistemas de refrigeración complejos, operan de manera automatizada y su mantenimiento es menos complicado.
Es destacado que los microrreactores eVinci y Kaleidos, en desarrollo por las empresas estadounidenses Westinghouse y Radiant, utilizan un combustible innovador: partículas de isotrópico triestructural (TRISO) basadas en uranio. Estas partículas tienen un tamaño similar al de una semilla de amapola y están compuestas de uranio, carbono y oxígeno, protegidos por una cubierta de carbono y cerámica que soporta altas temperaturas. En teoría, este combustible es el más resistente desarrollado hasta ahora.
Por su parte, Radiant utiliza helio como refrigerante, mientras que Westinghouse opta por un sistema de conductos de calor pasivo. Ambas empresas cuentan con el respaldo del Departamento de Energía de EE.UU. (DOE) y planean lanzar sus microrreactores al mercado en 2030, siempre y cuando obtengan la licencia de la Comisión Reguladora Nuclear (NRC).
Este desarrollo continuo en el ámbito nuclear podría redefinir el futuro energético global, ofreciendo soluciones más sostenibles y seguras.