El diario plural del Zulia

Ángel Gustavo Cabrera | La Carta de Jamaica de Simón Bolivar revisitada siglo XXI

“Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Nuevo Mundo una sola nación… Ya que tiene un origen, una lengua, unas costumbres y una religión, debería por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los diferentes estados que hayan de formarse; más no es posible porque climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres desemejantes, dividen a la América…” Simón Bolívar. Kingston. 15 de septiembre de 1815.

“En cuanto a la heroica y desdichada Venezuela, sus acontecimientos han sido tan rápidos y sus devastaciones tales, que casi la han reducido a una absoluta indigencia, y a una soledad espantosa: no obstante que era uno de los más bellos países de cuantos hacían el orgullo de la América. Sus tiranos gobiernan un desierto y solo oprimen a tristes restos, que escapados de la muerte, alimentan una precaria existencia”.                                                           Simón Bolívar. Kingston. 15 de septiembre de 1815

“…Tengo los pies en la tierra; veo demasiadas realidades crudas como para andar de gafas rosadas. Pero no apoyo un mercado sin frenos, el capitalismo brutal, la esclavitud: América Latina ha padecido esas economías de extracción desde la colonia y que se han convertido en economías de rapiña en la era del auge de China. Miremos la Amazonía.” Periodista Jon Lee Anderson. A propósito de su último libro: Los años de la espiral” Crónicas Latinoamericanas desde 2010. 18 de Agosto 2021.

Una vez perdida la 2da República (1814)  frente a las tropas  españolas, Bolívar se refugia en Jamaica, isla que estaba bajo el protectorado de Inglaterra. Allí pasó siete meses, tiempo suficiente para madurar las ideas políticas y filosóficas, recogidas en un histórico documento conocido como LA CARTA DE JAMAICA dirigida a un comerciante inglés residente de la isla. Para ese momento Bolívar tenía apenas 32 años, pero tras de sí una formación cultural de la naciente modernidad, los clásicos filosóficos de la ilustración, visitante de Europa en viajes personales y misiones diplomáticas, ya tenía una idea solida de América con las influencias de Bello, Rodríguez y Miranda. Además estaba convencido que la unión de países de habla hispana era necesario para lograr la victoria.

¿Dónde radica la importancia de este documento histórico? ¿Por qué los acuciosos historiadores la citan con frecuencia? ¿Cuál es su contexto y los anacronismos intencionados o no al analizar este documento a más de 200 años?

Para 1815, la causa de la independencia de La América Hispana no gozaba de la total  adherencia de las grandes naciones como Francia, Inglaterra, Estados Unidos, entre otros. Bolívar comprendía que, aun con la derrota y recuperándose España derrotando a Bonaparte, no se podía claudicar sino establecer con claridad los designios de la independencia del Nuevo Mundo como una especie de equilibrio universal ante el mundo. Escribir un documento que victimizara a la América utilizando la propaganda de la  “leyenda negra contra los indios, pardos y blancos criollos” y  ofrecer  beneficios económicos y sociales que  esta porción del Continente Americano poseía  para la Europa anglosajona y para los Estados Unidos. Allí están las bases programáticas del futuro Congreso americano de 1824, conocido como Congreso Anfictiónico de Panamá, que quedó en solo un intento de unidad latinoamericana.

La idea del Libertador no era descabellada, era hacer de la América Hispana una gran potencia que pudiera establecer acuerdo con naciones amigas y hacer ver que el enemigo era España. Incluso planteaba hacer pactos haciendo concesiones territoriales y económicas mientras se recuperaban. Ni siquiera eso fue posible porque, como dice Carlos Rangel en su libro “Del buen salvaje al buen revolucionario”: Las nuevas repúblicas nacieron traumatizadas, divididas, débiles, irracionales, inestables, convulsionadas y confundidas, en contraste con el vigor, la lucidez, la unidad y la salud política de los Estados Unidos, los cuales llevaban medio siglo de ventaja en su experimento de vida independiente. Bolívar era un visionario apasionado, pero también sabia el terreno que estaba pisando, por ello advierte en la carta: “Cuando los sucesos no están asegurados, cuando el Estado es débil, y cuando las empresas son remotas, todos los hombres vacilan, las opiniones se dividen, las pasiones las agitan y los enemigos las animan para triunfar por este fácil medio”. Al final El Libertador muere desilusionado, convencido que la unión es imposible, que había arado en el mar y que la división era inminente, por eso dice en sus últimos días, ya postrado en cama   que el único bien conquistado es la independencia de España.

Han transcurrido dos siglos con siete años de ese  memorable escrito y todavía hay historiadores que lo leen y lo interpretan exhortando su vigencia. Nada más irreal. LA CARTA DE JAMAICA  pertenece a hechos históricos de hace dos siglos y el mundo ha  cambiado, tanto por la diversidad  entre las diferentes naciones como en sus intereses económicos, políticos,  sociales y culturales. Seguimos fragmentados soportando desarrollos desiguales y los problemas de este siglo son distintos a los que teníamos hace doscientos años. Ahora somos la región más urbana del mundo, con un 80 % de la gente viviendo en las ciudades, las desigualdades sociales y la llamada “grieta” se profundiza, mucho más con el efecto de la pandemia del Covit 19 que ataca a los sectores sociales más vulnerables y trae secuelas en los sistemas económicos liberales.

La escritora y política colombiana Ingrid Betancourt, en una entrevista para El Diario argentino La Nación del 25 de septiembre de 2021 señala que “en nuestras regiones ocurre algo que también pasa en el mundo: Tendencia al autoritarismo de izquierda y de derecha Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Honduras. Es como si pensáramos que frente a la locura y la mediocridad de los gobernantes, todo eso muy bien alimentado por la corrupción, la única manera de salir fuera con mano dura. Un tipo fuerte que imparta ordenes sin la posibilidad que la democracia medie como árbitro en la sociedad. Si nosotros queremos volver a blandir el blasón de la democracia en América Latina, tenemos que acabar con la corrupción. Por ahí pasa el nuevo contrato social”.

Por su parte el periodista Jon Lee Anderson en entrevista para La Revista argentina Ñ señala que “para este siglo América se movilizó hacia la izquierda con Chávez a la cabeza, Cristina, Pepe Mujica, Evo, Correa y Lula, lo que se llamó <<la marea rosa>> todo auspiciado por el petróleo venezolano y Fidel Castro comandaba. A comienzos del 2020 Venezuela ya se había convertido en el arquetipo del fracaso socialista, del socialismo hecho populismo.”. Más adelante agrega una afirmación de índole geopolítica: “Nuestros otrora próceres de la izquierda latinoamericana lo que les interesa es monopolizar el poder y no les importa el costo, criminalizan a los opositores, desconocen la justicia, cierran medios de comunicación, y como los EEUU ya no van a invadir, como lo hacían antes, tiene un margen de operatividad.

Además cuentan con China y Rusia”. Esto es lo más comprometedor para el destino de la región porque tanto China como Rusia andan tras nuevos mercados y saben que el dominio económico y político es clave. El siglo XXI lo caracteriza el capitalismo de competencia y la búsqueda de nuevos mercados, como el caso  de la Rusia de Putin con posiciones híper nacionalistas, cleptocracia y plutocráticas. De China, de visión más pragmática y dependientes. El capitalismo chino busca apoderarse de los mercados ofreciendo beneficios y corruptelas, en lo que se ha popularizado como “la ruta de la seda”, además con el manejo exclusivo de personal y mano de obra de origen china.

Por su parte el Director para Las Américas de Human Rights, José Manuel Vivanco, en entrevista para La Nación (5-12-2021)  ha dicho que “América Latina está en un mal momento, probablemente el peor de los últimos 30 años. El debilitamiento y el descredito de la democracia ha creado terreno fértil para el populismo”. Además advierte riegos enormes para los derechos humanos universales si la región se deja seducir por la predica populista, estará aún peor. Hay que fortalecer la democracia y el Estado de Derecho.  No es descabellado lo que plantea el doctor Vivanco. La dictadura cubana consiguió una vía de escape hacia el resto de la región a través de un brazo fuerte como lo que hoy representa Venezuela con Maduro  y  Nicaragua con Daniel Ortega más  democracias permeables  como lo son Argentina, México, Bolivia, Chile y Perú.

El panorama es delicado porque le corresponde a los sectores democráticos, a sus capas de intelectuales, líderes y dirigentes más esclarecidos asumir los valores democráticos como el mayor legado republicano, pero con eficiencia, libertad y honestidad en el ejercicio público. Dentro de un marco democrático no se le puede cerrar el paso a los sectores políticos de la izquierda, pero siempre con un ojo abierto y otro cerrado y estar alerta ante su visión hegemónica, autocrática, totalitarista, que los ha caracterizado, pretendiendo acabar con  la división de los poderes públicos, la reelección presidencial  indefinida y secuestrar el poder judicial, el acercamiento a gobiernos totalitarios.   Imposible permitir otro Chávez, el cual, no solo,   arruinó a Venezuela y acabó con la democracia, sino que se la entregó a la Santa Alianza conformada por  Rusia, China e Irán a través de Los Castros y el llamado Socialismo del siglo XXI.

El ensayista e historiador mexicano Enrique Krauze en entrevista para el diario La Nación de fecha 08 de enero de 2022  señala que la región ha tenido experiencias democráticas importantes, excluyendo en la actualidad a Venezuela y Cuba. No obstante al final de la entrevista señala que ha faltado hacernos preguntas claves con la ciudadanía desde finales del siglo pasado cuando a partir de la caída del Muro de Berlín en 1989, parecía dibujarse una solución casi continental de democracia. “¿Comparar nuestros sistemas democráticos con otros? Tuvimos la soberbia de creer que ya habíamos ganado la democracia liberal. Pero la democracia nunca gana de manera definitiva…Debimos explicar a la gente todo lo que la democracia no es: no es la felicidad, ni logra por si misma nada más que una forma de convivencia, pero todas las otras opciones son muy malas. Nos faltó explicar a Lenin, Stalin. A Hitler.

Nos faltó arrojar luz sobre los aspectos oscuros y trágicos de la Revolución Cubana y como sus sueños se convirtieron en una tiranía. Porque las generaciones olvidan. Nos faltó explicar lo que vivió Argentina y el fenómeno terrible de las desapariciones. Y nos falta preguntarnos si no hay más soluciones que las del neoliberalismo y el socialismo. ¿No hay formas originales e inteligentes de pensar que podemos hacer para que las personas desprotegidas puedan mejorar?”  El historiador  Enrique Krauze, agrega que lo único que nos queda es apelar a la razón, al dialogo y al debate porque los tiempos de las guerras intestinas civiles ofrece más perdidas que conquistas. Hacer a un lado las ideologías y en última instancia alumbrar ideas concretas que nos permitan avanzar en consensos democráticos. Sin obviar el conflicto geopolítico en que estamos inmersos y el papel de las llamadas “izquierdas progresistas” en Brasil,  Chile, Bolivia, México, Perú y Argentina. Que si bien conviven en sistemas democráticos y ejercen el gobierno (menos Brasil donde gobierna Jair Bolsonaro), son capaces de alterar el juego democrático si se les permite, como ocurrió en buena parte con Venezuela y el régimen chavista.

Los tiempos entre aquellas republicas nacientes y el siglo XXI son totalmente distintos. Hoy como ayer no tenemos un equilibrio regional pero los desarrollos económicos, sociales y culturales son sustentables y pueden encontrar caminos de diálogos y concertaciones útiles para satisfacer planes y proyectos autonómicos frente a las grandes naciones, teniendo claro que debe ser  desde la independencia y la preservación de la democracia, y allí es precisamente donde surgen los conflictos en el concierto internacional. Hay proyectos latinoamericanos como UNASUR, MERCOSUR, ALBA, que han fracasado por hegemonías ideológicas y políticas contrarias a la democracia. Se mantiene la Organización de Estados Americanos, OEA, que es un organismo centenario, nacido en 1890 como Unión Panamericana y a partir de 1948 es un organismo internacional de carácter regional de Las Naciones Unidas.  Su fundación y principios son contrarios  a los gobiernos que atentan contra el Estado de Derecho y pretender irse por esquemas totalitarios de gobierno, como es el caso de Venezuela y Nicaragua, alegando a una soberanía para actuar a su antojo. Su Secretario General  Luis Almagro ha dicho que “las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua son “modelos fallidos” que generan crisis humanitaria, de derecho y crímenes de lesa humanidad”.  Aunque se debe reconocer que su intervención internacional no es fácil porque no posee fuerzas militares aun invocando la llamada CARTA DEMOCRÁTICA DE LA OEA. La otra  alternativa regional es la CELAC (Comunidad de Estados de la América latina y del Caribe), creada el 23 de febrero de 2010, integrada por 33 países de la región. Esta organización sufrió un duro golpe al retirarse Brasil, ya que el gobierno de Jair Bolsonaro consideró que Estados Unidos y Canadá no deberían quedar excluidos de la alianza.

Esto ha conducido a que en las últimas Cumbres se hicieron evidentes las diferencias políticas. El analista Rosendo Fraga, Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría escribe para el Diario Clarín que “En las últimas Cumbres se enfrentaron por un lado los presidentes de Venezuela, Cuba y Nicaragua y por el otro los de Uruguay y Paraguay. Los tres primeros defendieron su posición de que no son regímenes antidemocráticos. Los dos últimos, en cambio, ratificaron que sus gobiernos no lo reconocen como regímenes democráticos, posición que comparte con Estados Unidos y la Unión Europea.

La CELAC desde sus inicios formalizó una relación con China buscando transformarla en una plataforma regional apta para la relación de América Latina y el Caribe, con la potencia asiática, organizándose un foro permanente que se reúne en forma bianual. En tal sentido este organismo corre con el peligro de servir de medio de penetración de dominios no occidentales y no democráticos mundiales como los que representa la llamada SANTA ALIANZA de este siglo formado, como ya dije, por Rusia, China e Irán. Y esta, por último tenemos el ALBA, Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, idea de Fidel y Chávez en 2004. Organismo creado con otros gobiernos de izquierda de la región a partir del llamado Foro de Sao Paulo. No  tiene gran incidencia, pero le sirve a las dictaduras de izquierda para establecer redes en la región y buscar entronizarse con el modelo comunista.

Hace doscientos años estaba naciendo La América independiente de España. Su  proceso histórico dista mucho del imaginario utópico de Simón Bolívar. Han prevalecido las ideas liberales es cierto, excepto Cuba, pero su desarrollo económico ha sido intervenido por la corrupción administrativa, el pillaje,  los intereses oligárquicos desmesurados, las intervenciones extranjeras, las visiones estatistas, etc.  El sistema político democrático  ha atravesado por situaciones inestables de periodos dictatoriales, caudillaje, guerras y alzamientos civiles y militares, asedio de las guerrillas con apoyo  internacional y del narcotráfico, como es el caso de Colombia. Igualmente la versión populista del Estado donde todos quieren acudir para obtener beneficios, en desmedro del trabajo y la producción como fin último para el desarrollo de las sociedades y el bienestar social para todos.

Hoy, la región tiene un alto grado de inestabilidad y está amenazada por la penetración de modelos no democráticos ante una ciudadanía latinoamericana que busca gobiernos eficientes que redistribuyan mejor la riqueza y minimicen las terribles desigualdades entre pobreza y riqueza. El problema se presenta cuando se  afecta al sistema democrático con modelos de izquierda totalitarios y que tiene sus representantes en la región. La situación ha llegado al extremo que Rusia recientemente amenazó  con  desplegar tropas militares en Cuba y Venezuela si los Estados Unidos avanzan en Ucrania. ¿Qué significa esta amenaza pública? Díaz Canel y Maduro están del lado de Putin y puede contar con su apoyo. De todas formas tanto Fidel Castro como Chávez, ya fallecidos, han garantizado esta penetración en  compras de material bélico, espionaje  y adiestramiento militar ruso desde hace décadas. El ex director del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) Manuel Cristopher Figuera reveló que Maduro tiene dos bases militares rusas de exploración de comunicaciones  e inteligencia  en territorio venezolano, una en Valencia y la otra en el Estado Miranda.

Hoy como ayer, prevalece un futuro incierto, seguimos siendo peones en el ajedrez geopolítico mundial ante grandes naciones que ceden terreno para garantizar su estabilidad. Otras naciones que buscan reeditar experiencias del período de la “Guerra Fría” (1947-1991) para recuperar hegemonías pérdidas y otras naciones buscar nuevos mercados que les afiance su poder económico mundial. Todas movidas en el espíritu  de la competencia capitalista. El cronista Lee Anderson enfatiza: “Hoy no hay no una Rusia socialista ni una China comunista. Hay potencias emergentes como China con aperturas liberales y un poder político centralizado. Igual Rusia. En América Latina Presidentes llamados de Izquierda buscan anexarse a estos dos bloques para sostener sus tropelías populistas con una corruptela estrambótica”. Esta afirmación enturbia más el panorama y presagia eternos conflictos entre la libertad y la opresión; entre la democracia y totalitarismos, entre bienestar de todos los ciudadanos latinoamericanos y aumento de la pobreza y la dependencia económica y política.  Ese fue el dilema para el Libertador Simón Bolívar y lo sigue siendo en los albores del siglo XXI.

El sistema de gobierno mas perfecto es aquel que se produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad.

https://ladiscordantenota.blogspot.com/2022/01/carta-de-jamaica-de-bolivar-revisitada.html?m

Los papeles del CREM

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Los papeles del CREM, aspiran ser un reflejo del pensamiento político, económico de la Venezuela actual y de la Venezuela del futuro

Editado por los Papeles del CREM, 18 de agosto del año 2024. Responsable de la edición: Raúl Ochoa Cuenca. [email protected]m

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