"Él la vivía amenazando": Habla el papá de Erika, la mujer asesinada en Bogotá

Colombia tembló ante el asesinato a mano armada de Erika Aponte, la joven a la que su ex pareja, Christian Rincón, disparó en el centro comercial Unicentro en la mañana de este domingo 14 de mayo.
Nazario Aponte, padre de la joven, contó en una entrevista a Caracol Radio, la difícil relación que tenía su hija con Rincón desde hacía diez años atrás. "Constantemente tenían problemas, él era muy violento", afirmó.
Aponte relató que desde hacía meses "él vivía amenazándola" con hacerle daño si decidía terminar con su concubinato. Erika y Christian dejaron huérfano a un hijo de nueve años que en múltiples ocasiones fue blanco de advertencias por parte del victimario.
El señor Aponte contó a detalle dos ocasiones en las que Erika intentó alejarse a toda costa de su ex pareja, pero este la encontraba y obligaba a regresar a su vivienda.
"Yo la ayudé varias veces a huir de él (...) Yo le decía que si era de que nos quedáramos con el niño mientras ella se escondía no había problema" aseguró el padre.
En la primera ocasión descrita, la joven se mudó a otro pueblo para estar en casa de una tía dónde solo logró refugiarse durante ocho días, porque más temprano que tarde Rincón llegó a casa de sus suegros para amenazar con matar a Nazario si Erika no volvía con él.
En la segunda oportunidad, hace 15 días aproximadamente, Aponte señaló que alquiló una habitación cercana a su casa para esconder a su hija. "Le alquilé esa habitación porque él llegaba constantemente a mi casa buscándola", aseguró.
El tiempo de cautiverio no fue mucho; Christian localizó prontamente el lugar de trabajo de Erika, y, según asegura su padre, frecuentaba el centro comercial con un arma de fuego.
“Él fue a discutir con ella (a su lugar de trabajo) en estado de embriaguez. Tomó su celular y se lo tiró al piso, ahí yo le dije que tenía que llamar a la policía", agregó.
El pasado jueves la fémina presentó la denuncia por acoso y violencia. Ante la solicitud de ayuda a las autoridades, Erika no vio mayor apoyo ni protección.
El colombiano reclamó que el asesinato de su hija se debe a la falta de actividad por parte de los cuerpos policiales, los cuales, según Aponte, no emitieron alerta ni velaron por la seguridad de la joven.
"Es una omisión por parte de las autoridades porque no pusieron en alerta a la seguridad de ese centro comercial (...) No entiendo porqué la policía no actúa en esos casos, si ya el había ido varias veces al centro comercial y la había amenazado", expuso.
Por su parte, el menor de nueve años, ahora huérfano, quedó en manos de sus abuelos paternos. Aponte aseguró que a diferencia del difunto padre, los abuelos del niño siempre "se han portado muy bien con él".