"Sin insumos no te atendemos", el drama que viven los pacientes del Hospital Noriega Trigo
Nadie se salva de las exigencias a excepción de los que, aseguran, “tienen contactos o algún conocido” que podría gestionar desde el interior del recinto de salud la dotación de material médico, según la versión de los afectados
La crisis hospitalaria del país se acentúa cada vez más y una muestra de ello es el hospital Manuel Noriega Trigo, adscrito al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), en San Francisco, donde el personal médico incluso atiende a los pacientes sin guantes.
A diario, decenas de casos llegan al concurrido recinto de salud. Algunos pacientes carecen de poder adquisitivo y se ven obligados a trasladarse a otro hospital mientras otros logran solucionar y adquirir lo exigido por el personal medico.
Según los familiares de algunos pacientes que se encontraban en las inmediaciones del área de emergencia, anteayer habría llegado una joven con dolores de parto: “Pero como ella no traía nada, en la puerta le dijeron ‘sin insumo no te atendemos’ y no la atendieron, se tuvo que ir a otro lado”.
Nadie se salva de las exigencias a excepción de los que, aseguran, “tienen contactos o algún conocido” que podría gestionar desde el interior del recinto de salud la dotación de material médico.
Versión Final pudo conversar con los familiares de Karina*, una embarazada de 25 años que llegó al hospital sin insumos y fue devuelta con un listado en mano por comprar, y así para poder ser ingresada.
“Llegamos y como no habían nada, nos enviaron a comprar todo. Gracias a Dios lo conseguimos en menos de media hora en las farmacias que están afuera. Gastamos $ 140,00 con todo; guantes, gasa, sutura, antibióticos, batas, gorros, todo”, detalló un familiar que, a pesar de todo, se mostraba satisfecho por el nacimiento del bebé.
A diferencia del caso de Karina*, otra parturienta lleva al menos tres días con dolores de parto y sin ser atendida: “Ella estaba en control en el ‘materno Ché Guevara’ y tenía su parto programado pero se le adelantó. Fuimos hasta allá y como no tienen anestesiólogo nos dieron el kit de cesaría para trasladarnos al Noriega”.
“Lleva tres días con trabajo de parto, primero dilató tres centímetros y ahora cinco, tenemos los insumos listos y no sabemos qué esperan para hacerle la cesaría. Temprano le enviaron a hacer como 13 exámenes que nos salieron en $ 43,00 y ahora dicen que hay cambio de turno”, relató Kerwin Chávez, tío de la joven de 19 años.
El hospital también carece de laboratorio incluso para emergencias, situación que obliga a los pacientes a acudir a un servicio externo para realizarse sus análisis de sangre, orina o heces.
Ante la necesidad y la escasez de insumos, las inmediaciones del recinto hospitalario están repletas de farmacias o vendedores ambulantes que expenden desde jeringas o medicamentos hasta sutura u otro material quirúrgico: “Un poquito más caro pero es la solución inmediata que uno tiene por aquí”, según la familia de Karina*.
Pacientes de traumatología
Una de las especialidades más demandada en el “Noriega Trigo” es traumatología, donde llegan casos de todo tipo y la programación de una cita puede convertirse en una tortura para los pacientes que esperan incluso desde la mañana hasta la tarde para recibir atención.
“Tuve una caída en la mañana y me tocó venir de emergencia al hospital, cuando llegué solamente me revisaron porque los doctores estaban en pabellón. En la tarde, me dijeron que ellos estaban cansados y me enviaron a comprar los materiales para ponerme un yeso”, relató una zuliana de 30 años.
Ana* contó que necesitó $ 21,00 para adquirir la gasa, cuentas de yeso e incluso una garrafa de agua para que el personal de guardia le pudieran colocar su yeso.
La dama que llegó a las siete de la mañana y aspiraba ser atendida antes del mediodía, contó que: “Los doctores quieren brindar una buena atención pero ellos dicen que no cuentan con nada de insumos para los pacientes, otros llegan tarde. Venir para una consulta es prácticamente perder todo el día”.
Un caso similar relató María*, hija de una señora de 50 años que se fracturó su brazo producto de una caída y tendrá que usar un segundo yeso para tratar de reparar la lesión y evitar una intervención quirúrgica.
“Gastamos 20 dólares en el primer yeso y para el segundo nada más 10 porque nos pidieron menos cosas. El traumatólogo nos dijo que si con la segunda opción no se corregía el daño, nos tocaba proceder a una cirugía pero nosotros tenemos que conseguir todos los insumos”, refirió la señora que confía en una mejoría de su mamá.
En todos los casos conocidos, se pudo constatar que ninguno contó con material médico para incluso colocar un analgésico: “Lo único es lo de siempre, te toman la tensión o te hacen esperar hasta que tengas tus insumos”.
Ante la precaria situación del recinto de salud más cerca de los habitantes de San Francisco, hacen un llamado al Ejecutivo Nacional a dotar de material médico al recinto de salud para que los galenos puedan brindar un mejor servicio a la comunidad en general.
