Gran desesperanza entre agricultores y asociaciones cerealeras por falta de Semillas, Venenos y Abonos
“Estamos a las puertas de una verdadera crisis alimentaria, no hay maíz en la agroindustria y apenas en alguna de ellas, alcanza para Mayo”, dijo un representante agroindustrial que prefiere el anonimato.
Hasta mil dólares cuesta sembrar una hectárea de maíz, la situación es crítica y mucha preocupación. Amén de la cartera crediticia, los productores del campo de Portuguesa, Guárico, Barinas, Cojedes y Yaracuy; entidades más importantes en la producción de maíz, se encuentran en la más certera incertidumbre por la falta de insumos para acometer la siembra de los tan anhelados planes del gobierno de sembrar 900 mil hectáreas de maíz y arroz.
Expertos en esta materia creen que el talón de Aquiles de una buena siembra y cosecha, radica en la semilla de calidad, abonos y venenos que en la actualidad, es muy poco y para la fecha, solo en Portuguesa, si se alcanzan unas 50 mil hectáreas, sería una proeza.
Los sectores privados a falta de liquidez, y la cerrada posición de los bancos de no financiar a los productores, aunado a la enorme deuda que tiene el Estado, con la agroindustria procesadora de alimentos, son los principales obstáculos para alcanzar cualquier meta.
Datos de algunas asociaciones en Portuguesa, dan cuenta que al menos tres o cuatro, pudieron traer de Rusia y otros países, el abono y los insumos que se requieren para sus respectivos planes, dado a que realizaron la compra en Octubre de 2021, pero hoy, con toda la plata del mundo, ya es tarde para traer lo que falta, porque en el país, no se producen esos insumos y el gobierno lo sabe.
“Estamos a las puertas de una verdadera crisis alimentaria, no hay maíz en la agroindustria y apenas en alguna de ellas, alcanza para Mayo”, dijo un representante agroindustrial que prefiere el anonimato.
Ni siquiera, advirtió, el maíz importado es garantía de que haya seguridad agroalimentaria, dado a que los altos costos de flete, también se constituyen un problema, pero lo más grave no es la importación de maíz, lo más complicado es que miles de productores de estados con tradición maicera, están ahora mismo en la incertidumbre, con deudas y con muchísima preocupación.